El Gobierno Vasco, a través de la sociedad pública Ente Vasco de la Energía (EVE) y Enagás, se quedaron como únicos socios, al 50% cada una, de la planta de regasificación de Bahía Bizkaia Gas (BBG).
La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, y la directora general del EVE, Pilar Urrutikoetxea, anunciaron esta operación, por la que el ejecutivo va a desembolsar 23,2 millones de euros.
Este precio supone valorar en 116 millones de euros a BBG, cuya planta procesa el combustible que llega como líquido al puerto de Bilbao, en barcos metaneros, para que vuelva a ser un gas.
BBG estaba participada hasta ahora por tres socios: Enagás (40%); REEF, el fondo de infraestructuras del Deutsche Bank, (30%), y el EVE, con el otro 30%.
En enero la parte alemana decidió vender su participación, y los otros dos accionistas, ejerciendo su derecho de suscripción preferente, acordaron comprarla.
El EVE comprará un 20%, por importe de 23,2 millones de euros, y Enagás un 10%, por la mitad, 11,6 millones de euros, de manera que tras la reordenación los dos se quedarán a medias con el 100% de la planta.
La consejera justificó la compra porque la planta es «estratégica» para el suministro de gas para Euskadi y porque permitirá al Gobierno Vasco participar en las decisiones de dónde se descargan los buques metaneros, en un momento en el que la demanda de gas ha caído mucho.
Por una parte, como estrategia de país, Euskadi decidió apostar por el gas natural para reducir su dependencia del petróleo: hoy, aunque el petróleo supone todavía el 41%de la factura energética vasca, el gas natural ya está en el 38%, implantado de forma masiva en los hogares. Cuando se comenzó a construir BBG, la demanda era del 1%.
La mayor parte de gas que llega a Euskadi sigue procediendo del gasoducto de Argelia que suministra a todo el Estado, pero la planta de BBG, con su alta capacidad de almacenamiento, permite diversificar el suministro y cubrir cualquier problema que surgiera con el gasoducto.
Por otra parte, la compra tiene que ver con la capacidad de decisión y, como ha comentado la directora del EVE, con la crisis la demanda de gas natural en España ha caído notablemente, e incluso ha habido plantas que han caído «en hibernación».
Bahía Bizkaia Gas, aunque trabaja al 25% de su capacidad aproximadamente, no ha caído como otras por debajo de los mínimos técnicos, y de hecho, fue la segunda planta más utilizada del sistema gasista en el Estado en el año 2014.
Si el Gobierno Vasco no hubiera entrado, Enagás, operador casi único, «podría decidir sola donde descargar los buques», reconoció la consejera Tapia. Ahora, el Gobierno Vasco se garantiza su participación en las decisiones actuales y futuras.
De hecho, Bahía de Bizkaia Gas acaba de inaugurar, tras una inversión de 130 millones de euros, un tercer tanque que incrementa un 50% su capacidad de almacenamiento.
Según el Gobierno Vasco, la planta aún, con su escaso porcentaje de utilización actual debido a la crisis, «ha sido, es y seguirá siendo rentable»: en este año 2015 está previsto que dé unos dividendos al Gobierno Vasco de tres millones de euros.
Por ello, la consejera señaló que, con el fin de la crisis, esperan recuperar en los próximos años los 23 millones de euros invertidos en la compra de las acciones.
Además del «anclaje» al territorio, la consejera destacó que otros motivos para la compra fueron la generación de empleo en BBG y el conocimiento tecnológico que sobre el sector del gas aporta, de la mano de Enagás.