FUENTE: Expansión
La CNMC está a punto de cerrar el ejercicio eléctrico de 2014. Por primera vez en 14 años será positivo. El Gobierno usará ese colchón para bajar más la luz. La polémica electoralista está servida.
El Gobierno prepara, a la puerta de las elecciones generales, nuevos anuncios de rebajas de la luz, tras conseguir, con su histórica reforma del mercado eléctrico, dar la vuelta a las cuentas del sector.
Gracias a esa reestructuración y el duro ajuste de los ingresos que ha impuesto a las compañías en partidas como las subvenciones a las renovables, 2014 será el primer ejercicio, desde el año 2000, con superávit en el conjunto del sistema, que podrá servir para rebajar la factura a los usuarios. En concreto, el superávit rondará los 500 millones de euros.
Así se desprende del borrador que está manejando el Gobierno para cerrar definitivamente las cuentas del sector eléctrico del pasado ejercicio. Este borrador tiene que ser aprobado ahora por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Técnicamente, se conoce como la liquidación complementaria, final, o número 15. Engloba el conjunto de liquidaciones previas e intermedias que se hacen a lo largo del ejercicio (un total de 14, más o menos mensuales). Se espera que la complementaria sea aprobada en los próximos días.
Colgarse la medalla
A partir de ahí, el Gobierno podrá colgarse la medalla de haber conseguido un logro histórico: acabar con un problema multimillonario que amenazaba con quebrar al conjunto del sistema eléctrico. Desde el año 2000, éste había tenido un creciente desfase entre los ingresos y los costes. Era lo que se denominaba déficit de tarifa, que se financiaba con créditos bancarios y emisión de bonos en los mercados financieros. Lo que empezó como un problema temporal, se convirtió en un mal sistémico y un caso único en el mundo por su volumen.
Después de casi década y media acumulando déficits millonarios, el agujero acumulado en España había llegado casi a los 30.000 millones de euros. Para hacerse una idea: era como la factura eléctrica del conjunto del país durante todo un año.
El Gobierno del PP emprendió una reforma drástica del sistema eléctrico en 2012 para cuadrar las cuentas, con subidas de tarifas a los usuarios y ajustes a los ingresos de las compañías valorados en más de 10.000 millones.
El fruto llega ahora, cuando al hacer los cálculos definitivos de las cuentas del último ejercicio eléctrico, y dejar cuadradas todas sus partidas, se comprueba que no solo se ha cortado la sangría del déficit anual sino que hay un superávit significativo, mucho más allá de las primeras estimaciones.
La penúltima liquidación, realizada en verano, ya apuntaba a un posible superávit de unos 250 millones.
Pero mientras un problema desaparece, llega otro. El Gobierno se planteó en un primer momento destinar los superávit a amortizar la deuda acumulada de años anteriores. Pero en los últimos meses ha optado por usarlo electoralmente, bajando el recibo de la luz. Industria lo hizo en verano.
En cuanto vislumbró que podría haber superávit, bajó un 2% el recibo. Ante la posibilidad de que el superávit sea mayor, para los próximos meses baraja más rebajas. En diciembre hay elecciones.