Responsables del Gobierno, entre los que se contaban directivos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, mantuvieron una reunión con ejecutivos de distintos bancos españoles y dos firmas internacionales de inversión para analizar los posibles efectos financieros que se derivarían de la aplicación de un recorte adicional a las renovables de entre el 10 % y el 20 %, según el diario británico Financial Times.
Al parecer, dicha convocatoria tuvo lugar hace algo más de un mes y en ella los responsables del Minetur informaron acerca de su intención de aplicar en la reforma energética que está ultimándose y que se conocerá antes de que acabe junio un nuevo recorte a la retribución de las tecnologías limpias.
La información publicada en las páginas del diario británico asegura que entre los bancos presentes se encontraban el Santander y el BBVA, a cuyos representantes no se les dio detalle de cómo aplicará el Gobierno este nuevo recorte ni de su incidencia sobre las distintas tecnologías, de las que la eólica, la fotovoltaica o la termosolar son las principales. «Pero sí se les dijo que deberían prepararse para refinanciar o para tomar en propiedad bastantes activos», asegura una de las fuentes mencionadas en la noticia.
Por su parte, las asociaciones empresariales del sector no han cesado de alertar de la situación crítica en la que se encuentran ya los titulares de miles de instalaciones que, como consecuencia de los cambios regulatorios habidos en los últimos años, cada vez están más cerca de la quiebra. Todo ello después de que invirtieran con un alto grado de apalancamiento, atraídos por unas retribuciones originalmente aprobadas por los distintos Ejecutivos y que ahora nada tienen que ver con lo pactado hace unos años.
Por su parte, la industria fotovoltaica ya ha asumido un recorte cercano al 40 % y cifra en cerca de 18.000 millones de euros el dinero apalancado en riesgo de impago como consecuencia de los actuales recortes y de los que se pueden producir.
Mientras, los promotores termosolars calculan que las inversiones realizadas sometidas a incertidumbre se elevan a 13.000 millones y denuncian un recorte del 33 % en sus ingresos como consecuencia de las medidas adoptadas en los últimos años.
Los eólicos, por su lado, auguran que dejarán de ingresar alrededor de 6.000 millones de euros hasta 2020 por la sucesión de recortes aplicada hasta ahora y como consecuencia de la entrada en vigor del polémico impuesto del 7 % a la generación eléctrica.