FUENTE: El Periódico de la Energía
El Gobierno pretende que las centrales térmicas no quemen más carbón autóctono del debido. Desde hace muchos años, las empresas mineras reciben una serie de ayudas. Entre ellas, en los últimos ejercicios se ha impuesto una obligación a las centrales térmicas de quemar unas cantidades concretas de carbón autóctono al año. Así se aseguran una serie de ventas. Sin ir más lejos, el año pasado el porcentaje de carbón nacional fue del 7,5%.
El caso es que en 2015 no se ha conseguido llegar a un acuerdo y no hay límite de momento, pero el borrador del Gobierno señalaba que desde este año hasta el 31 de diciembre de 2018 tienen que comprar carbón autóctono suficiente para generar seis millones de termias PCS/MW anuales.
En palabras del ministro Soria, esta cantidad será suficiente para comprar seis millones de toneladas. En boca del sindicato Fitag UGT, esta cantidad sería de 5,6 millones de toneladas en el mejor de los casos, es decir, con las nueve centrales (11 grupos, 7 de hulla y antracita, y 4 de lignito) produciendo a destajo.
Estas 5,6 millones de toneladas se quedan lejos de las 6,7 millones de toneladas que prometieron en el Marco de Actuación para la Minería del Carbón y las Comarcas Mineras para el periodo 2013-2018.
Pero lo peor de todo es que el borrador no aclara ni a que empresas hay que comprar el carbón ni las cuantías de compra a cada empresa minera. De momento las eléctricas están llegando a acuerdos de compra privados con las empresas mineras a precios.
Todo queda a la espera de que la Comisión Europea dé el visto bueno al decreto y se aprueben las ayudas y las cantidades. Ya han pasado casi nueve meses de 2015 y no se ve una solución a corto plazo.
Ahora, el Gobierno quiere tener controladas las cantidades de carbón que se queman en las centrales térmicas. Para ello, pretende aprobar el real decreto por el cual se modifican algunas disposiciones del sector eléctrico. En concreto, el Ministerio de Industria obligará a las empresas propietarias de las centrales térmicas a comunicar a la Dirección General de Política Energética y Minas, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y al operador del sistema (Red Eléctrica) la siguiente información:
a) Volumen de energía eléctrica producido en cada mes por cada grupo de la instalación.
b) Consumos de cada uno de los combustibles utilizados para la producción de energía eléctrica comunicada para cada grupo, diferenciando por tipo de combustible y origen, y desglosando tanto la cantidad de combustible como su poder calorífico asociado.
Red Eléctrica, como operador del sistema, recogerá la información con carácter mensual en los informes de análisis de cobertura de la demanda de energía eléctrica.
En definitiva, el Gobierno pondrá la lupa sobre las eléctricas, pero sobre todo, en el carbón nacional para que no se queme más de lo previsto.