Fuente: Expansión
El Gobierno aprobará este viernes el real decreto ley que regula las condiciones para el autoconsumo de electricidad, junto con la llamada Estrategia de Pobreza Energética, que facilitará a los hogares el autoconsumo y su interacción con la red, además de «reflejar el papel central de los ciudadanos» en el sistema energético.
Así lo ha avanzado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la jornada ‘Renovables: Redes inteligentes y digitalización para la energía del futuro’, en unas jornadas, donde ha señalado que el autoconsumo es un elemento «fundamental» del nuevo sistema energético.
«La capacidad de generar y autoconsumir energía y volcarla a la red es una variable determinante del éxito de este proceso, además de positivo para los precios y para el sistema», ha señalado Ribera en un encuentro con los medios posterior a su intervención en la jornada.
Según ha explicado la ministra, se trata de un decreto que pretende integrar las renovables en una red «compleja» con el fin de facilitar la gestión y los elementos administrativos, en concreto los sistemas de compensación, y también a los pequeños generadores vendedores a la red en pequeña escala.
El pasado mes de octubre el Ejecutivo ya aprobó el real decreto ley que, entre otros aspectos, eliminaba el conocido como ‘impuesto al sol’ del PP para la energía autoconsumida, y ahora introducirá el marco normativo necesario para su desarrollo.
La nueva ley también permitirá, según ha indicado la ministra, mejorar las capacidades de agregación para que se pueda compartir la energía generada en colectivos de autoconsumidores.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV) ya se refirió al borrador como un marco «adecuado» para el desarrollo del autoncosumo, aunque propuso la mejora de la definición de qué se entiende por instalaciones próximas y clarificar el mecanismo de compensación simplificada.
Respecto al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), Ribera, en la jornada organizada por Red Eléctrica de España (REE) y El País, ha anunciado que el Gobierno ya ha recibido más de 200 alegaciones al plan, a partir de las cuales el próximo Ejecutivo tendrá que trabajar con el fin de perfilar las iniciativas definitivas a incluir en esta hoja de ruta.
Pobreza energética
La ministra ha hecho hincapié en que el propósito del Gobierno es situar al ciudadano en el «papel central» del sistema y de una transición «justa», con el fin de que «nadie se quede atrás», un objetivo al que también se dirige la Estrategia de Pobreza Energética, que también se aprobará en el Consejo de Ministros de este viernes.
Ribera ha destacado que con una dependencia del exterior en materia energética del 74% en España la inversión en la mejora del sistema «es enormemente positiva», no solo para la reducción de emisiones, sino para avanzar en los objetivos del plan.
«La transición pasa necesariamente por el impulso al máximo de la eficiencia y en un despliegue masivo de las renovables en todos los sectores, empezando por el eléctrico. De aquí a muy poco tiempo, la dicotomía tradicional de generación renovable contrapuesta con la convencional desaparecerá y solo hablaremos de renovable frente a fósil», ha explicado.
Mayor flexibilidad
Respecto a la capacidad de almacenamiento, Ribera ha incidido en que hay que dotar al sistema de la «suficiente flexibilidad» y pasar de redes pasivas a unas que gestionen activamente el flujo de energía «en múltiples direcciones», algo que se conseguirá con la «digitalización y automatización» en las primeras etapas de la transición.
Mientras que ha otorgado al Gobierno, a través de la aprobación del PNIEC, la tarea de flexibilizar el modelo y situar al ciudadano en el centro, ha pedido al sector que avance en la innovación y en la identificación de nuevos modelos de negocio.
En concreto, en modelos que integren al sistema, que sean sencillos de entender para el consumidor y que aseguren incorporar a la sociedad «en un sector que siempre ha sido sofisticado», mediante la gestión de sus datos, entre otros aspectos.
Por último, la ministra ha resaltado que, frente al «escepticismo» y las «dificultades» de los cambios normativos, España sigue siendo un «referente» en la instalación de renovables y en el desarrollo de una industria que gestiona e integra «el buen funcionamiento» del sistema de transporte y distribución del operador.
En este sentido, debido a que considera que España es una «isla energética», el país va a tener que afrontar los retos de integración «antes que otros vecinos del continente, ya que cuentan con una red más amplia y conectada».
Sin embargo, Ribera no cree que esto sea una desventaja para España, sino que puede convertirse en una oportunidad para convertir al sistema nacional en un «referente» para la integración de las renovables. «En este proceso no cabe la menor duda de que REE es clave y fundamental para la penetración de estas alternativas», ha concluido.