El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha concedido finalmente la autorización previa al almacén de residuos nucleares, previsto en Villar de Cañas (Cuenca). Las dudas sobre los terrenos y la falta de una caracterización completa de la parcela elegida no han sido suficientes para que los consejeros hayan rechazado este lunes conceder esta autorización, que supone el reconocimiento oficial de la «idoneidad del emplazamiento».
El pleno está compuesto por cinco miembros: dos designados por el PP (Fernando Martí y Fernando Castelló), otros dos por el PSOE (Rosario Velasco y Cristina Narbona) y uno más de CiU (Antoni Gurguí). Solo la exministra socialista Narbona ha votado en contra de conceder la autorización previa en la reunión del pleno celebrada este lunes, cuyo primer punto era el análisis del informe sobre el almacén, que cuenta con el visto bueno de la dirección técnica del CSN.
Este primer permiso, sin embargo, no supondrá que las obras comiencen ya. El CSN tendrá que decidir más adelante sobre la autorización de construcción una vez que se cumplan una serie de condiciones. Aunque el Ministerio de Industria solicitó en su día ambos permisos a la vez, la dirección del consejo de seguridad ha decidido desligar el permiso previo del de construcción. El ministerio pretende dejar encarrilado este asunto antes de las elecciones.
Esta autorización está envuelta en polémica. Por un lado, se ha constatado que los estudios sobre los terrenos designados por el Gobierno en 2011 no están completos. Enresa, la empresa pública encargada del proyecto, ha encargado nuevos sondeos en la parcela para terminar de conocer su comportamiento. Estos trabajos, que durarían ocho meses, no comenzarán hasta septiembre.
Por otro, entre los técnicos del CSN, fundamentalmente de las áreas de geología y tratamiento de residuos, hay dudas sobre la idoneidad de los suelos y sobre el encaje del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en un plan nacional de residuos, que data de 2006 y está en muchos aspectos desfasado. Los geólogos del CSN emitieron la semana pasada una nota aclaratoria en la que planteaban la «duda razonable» sobre si se han evaluado rigurosamente los recursos que se necesitan para paliar las «características desfavorables» del lugar elegido, una parcela a las afueras de Villar de Cañas. La presencia de yesos hace que Enresa haya planteado una cimentación «envolvente» muy conservadora que los ingenieros del CSN consideran acertada.