Fuente: El Periódico de la Energía
El autoconsumo fotovoltaico está agitando al sector renovable como no se veía en años. Se espera que se pongan en marcha entre 5.000 y 6.000 instalaciones al año desde este mismo 2019, para llegar a superar las 400.000 en 2030, y aunque la gran mayoría se construirán para el segmento residencial, el 80% de la potencia instalada corresponderá al sector industrial, es decir, que un ‘pequeño’ número de instalaciones superarán el megavatio de capacidad.
Uno de los motores que están estimulando el mercado es la compensación de los excedentes. Aunque es pronto para dar cifras sobre las perspectivas o el porcentaje de instalaciones de autoconsumo que podrían estar interesados en verter los excedentes a la red, se ha abierto la puerta a nuevos negocios, según explicó según Jon Macías, director comercial de Nexus Energía, durante el I Congreso de Autoconsumo organizado por APPA.
«El precio por megavatio hora (MWh) que se pagará por la compensación de la energía excedentaria que los autoconsumidores que viertan a la red (basado en el resultado del mercado diario e intradiario para cada hora del día) será publicado diariamente en la web del operador del sistema eSios todas las tardes (20:20 horas) para el día siguiente, y la compensación deberá ser en tiempo real» añadió, es decir, que si un mes no hay consumo eléctrico, tampoco hay compensación del excedente. «Aún así la estimación media de ahorro en la factura de la luz podría ser superior al 46% anual».
El autoconsumidor ha de tener un contrato de tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) con una comercializadora de referencia y estar acogido al mecanismo de compensación simplificada. Y precisamente en este punto es donde se pueden crear nuevos modelos de negocio.
«Las opciones que ofertamos intentan abarcar cualquiera de las necesidades del autoconsumidor», explicó por su parte Pablo Pirles, responsable de Global Smart Solar de Iberdrola Clientes, «disponemos de una red amplia de instaladores y canales, ofrecemos un suministro llave en mano para una instalación dimensionada de autoconsumo, utilizamos como medida la información que se obtenga de los smart meters y además proveemos de financiación, mantenimiento e incluso monitorización mediante un software específico».
La posibilidad de realizar la compensación de los excedentes, «no computa como energía generada, y por tanto no tiene impuestos ni peajes, por lo que habrá ahorros adicionales, por ejemplo, en una instalación media de 3 kW sin baterías, el impacto sería de entre 80 y 120 euros al año, y por tanto el payback se reduciría entre 1 y 1,5 años».
Unas cifras muy interesantes que el experto entiende que «puede que desplacen a la opción de autoconsumo con baterías».
Y es que para Pirles, el despliegue que está haciendo Iberdrola es tal porque «esperamos que en un muy corto plazo y rápidamente va a crecer el número de kW/habitante de autoconsumo instalado».
Pero el despegue del autoconsumo no solo será una cuestión económica, «cuando hablamos de compensación de excedentes nos estamos refiriendo a cambios del comportamiento del consumidor que repercutiría en la manera de autoconsumir y en la relación con las empresas energéticas», señaló por su parte Pablo Pérez-Bedmar, director de marketing de Powen, «es el elemento que por fin va a hacer consciente al cliente/consumidor de cómo funciona el suministro eléctrico. Hasta ahora la factura era algo extraño, poco entendible e incluso oculto para el cliente final pero eso va a cambiar».
En opinión de Pérez-Bedmar, «se va a entablar una nueva relación y las comercializadoras van a tener un nuevo papel en el que tendrán que explicarles a sus clientes cómo aprovechar bien su autoconsumo y cómo compensar sus excedentes, que no van a quedarse como una línea más de la factura». En definitiva, será disruptor y cambiará el comportamiento y la mentalidad de este tipo nuevo de consumidores.
Eso por la parte del cliente, pero por la parte de la empresa, «se desarrollan nuevos modelos de negocio porque los que se decidan por autoconsumir lo harán en función de tres pilares, por el ahorro, que estará por encima del 40% del gasto energético en vivienda y aún será mayor en industria y pymes, por sostenibilidad, habrá una mayor conciencia por apostar por un nuevo modelo energético más descarbonizado y descentralizado (hasta ahora es la principal razón) y por un cambio en la interacción con los clientes. Y es aquí donde queda camino por recorrer. Hay que aprender a comunicar y deberá ser transparente, en tiempo real, y mediante la digitalización».
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