En 2015 uno de los valores que tuvo un peor comportamiento en el Índice Eurostoxx fue RWE, la eléctrica alemana que más ha sufrido los bajos precios de la energía y las presiones regulatorias.
Los bajos precios de energía son, en parte, consecuencia de la disminución de los precios de las materias primas, lo que inevitablemente nos conduce a unas tarifas más bajas, y en parte, también, debido a la creciente penetración de las energías renovables. La fuerza de deflación de las energías eólica y solar plantea un interrogante fundamental sobre el futuro del sector eléctrico europeo, cuestión sobre la que los analistas del banco de inversión Schroeders, acaban de emitir un informe.
Esto es algo, en opinión de los autores del informe, de lo que los inversores tienen que ser conscientes, ya que no sólo en Alemania, sino en todo el mundo, la era de los combustibles fósiles está llegando a su fin. Pero tanto la energía solar como la eólica son inherentemente fuentes intermitentes de energía. Por ejemplo, en algunos días, el precio de contado de la energía (ver gráfico) se vuelve negativo en Alemania cuando la producción combinada de los parques eólicos y plantas solares excede la demanda.
En la medida que crece la dependencia de estas fuentes, el equilibrio entre la oferta y la demanda es cada vez más difícil, y se convierte en un problema para los productores de energía tradicionales como RWE.
Las soluciones de almacenamiento de litio-ion están cobrando impulso y algunos expertos de la industria han pronosticado que el almacenamiento de energía a gran escala será la solución a este problema. Su punto de vista es que con el tipo y la cantidad de soluciones de almacenamiento existentes, no habría necesidad de centrales nucleares, de carbón o gas como respaldo de las intermitentes fuentes de energía renovables.
Si el almacenamiento al por mayor se materializara, los generadores convencionales como RWE se enfrentarían a desafíos insuperables. Desde que Tesla introdujo dos tipos diferentes de soluciones de almacenamiento basadas en la tecnología litio-ion, la idea de almacenamiento de energía al por mayor ha cobrado impulso.
Los defensores de la tecnología son de la opinión de que con el aumento de la producción a gran escala, el costo de estas soluciones caería tanto que haría que el almacenamiento al por mayor de las energías renovables fuera más asequible. De hecho, parece muy probable que todos los costes de las soluciones de almacenamiento de baterías, como los basados en litio-ion, serán más baratos.
No obstante, sigue siendo más que probable que los costes se mantengan altos, al igual que los gastos de capital para alcanzar el respaldo de almacenamiento adecuado.
Costes y tiempo de vida, factores claves
Incluso bajo los escenarios más optimistas de la disminución de costes, las inversiones son tan costosas que parece poco probable que el almacenamiento a gran escala con baterías de litio-ion pueda llegar competir con las plantas de combustibles fósiles totalmente amortizadas para equilibrar la red a gran escala.Una segunda cuestión es que las baterías de iones de litio no son las más adecuadas para una carga prolongada y el ciclo de descarga durante muchos tiempo. Cualquier usuario de aparatos electrónicos puede observar este fenómeno con los productos de electrónica de consumo: una batería portátil, por ejemplo, perderá gran parte de su capacidad después de tres a cinco años.
Esto se convierte en un problema significativo cuando la escala está proporcionando la fuente de alimentación de un país entero. Tiene ramificaciones reales para los retornos en el sector eléctrico y para los grandes usuarios comerciales o individuales de la electricidad también. Mientras los costes y la duración de la vida sigan siendo un problema, el almacenamiento al por mayor con baterías de litio-ion parece como una idea para un futuro más lejano.
Puede que haya aplicaciones, como las baterías de estado líquido (cuyos productos químicos pueden ser fácilmente reemplazados, extendiendo así la vida útil de la batería), que alcancen el almacenamiento a gran escala de una manera eficiente. Pero estos aún no se han comercializado.
Pero esto no significa, sin embargo, que las baterías de litio-ion no van a tener alguna aplicación, ya sea en a nivel de compañía eléctrica o para usuarios individuales. Para las compañías eléctricas, las baterías de litio-ion serán mucho más eficientes en el equilibrio de oferta y demanda que los actuales equipos de generación.
Esto será muy importante para gestionar la red de manera más eficaz y para bajar aún más los costes de electricidad. Sin embargo, es probable que sea una aplicación de nicho para las baterías de litio-ion en comparación con su uso en vehículos eléctricos (EVs) de almacenamiento de energía.
Los ganadores del almacenamiento serán, por lo tanto, los jugadores que también dominen el mercado de vehículos eléctricos. A medida que se están produciendo más vehículos eléctricos, la reducción de costes para baterías, como efecto secundario, ayuda a catalizar el mercado de almacenamiento también.
¿Qué significa esto para los inversores?
Los productores de energía tradicionales como RWE muy probablemente se enfrentarán a una presión continua a menos que apoyen las energías renovables de forma más proactiva, algo en lo que RWE está trabajando actualmente.
Los fabricantes de baterías a gran escala y con ventaja de costes serán probablemente los que produzcan las baterías para el mercado de vehículos eléctricos. Es probable que sea difícil para los que se centran sólo en las tecnologías de baterías fuera del mercado de vehículos eléctricos lograr una mayor eficiencia de costes. Esto podría convertirse en un problema para los fabricantes de nicho, como Saft.
Samsung SDI, LG Química y Tesla podrían tener mejores oportunidades de desarrollar sus negocios de venta de baterías tanto en el sector del vehículo eléctrico como en el mercado de la electricidad con precios competitivos. Si bien en la actualidad hay ciertas diferencias tecnológicas en la fabricación de baterías para coches eléctricos y para el almacenamiento de energía, los autores del informe creen que es muy probable que converjan con el tiempo.
La red inteligente y la coincidencia de fuentes de suministro de energía volátiles como las energías renovables requerirán soluciones de software y de consultoría que inspiren un valor mucho más alto en el mercado de hardware puro.
Así, empresas como Sonnenbatterie y STEM ya están a la vanguardia de este desarrollo. En esencia, los autores del informe de Schroeders creen que este tipo de empresas se convertirá en el nuevo Microsoft o Google de la industria de la energía, la movilidad y, en su opinión, representan una inversión mucho más convincente que la de las empresas de hardware puro.