Carlos Cubero, ingeniero electrónico y Project Manager de Elinsa:
Las mejoras en la calidad de la energía eléctrica generada en los parques eólicos y plantas fotovoltaicas han sido un motivo constante de preocupación y adquieren mayor importancia en tiempos de ahorro como los actuales.
A día de hoy, el Ministerio de Industria sigue manteniendo las bonificaciones/penalizaciones por la compensación de reactiva. Las especificaciones concretas vienen reflejadas en el RD1565/2010, en el cual se definen los límites porcentuales del régimen especial: el margen oscila entre una bonificación de un 4 %, y una penalización del 3 %. De esta manera, si una planta realiza una compensación de potencia reactiva dentro de los rangos exigidos por REE para obtener una prima del 4 %, puede obtener beneficios anuales muy importantes. Además, existen una serie de ventajas en la mejora de la calidad de la energía eléctrica de la propia instalación, evitándose sobredimensionamientos de los elementos existentes como transformadores, interruptores, líneas, y reduciéndose pérdidas en las líneas con el consiguiente aumento de la capacidad de potencia activa generada.
Muchos parques tienen ya algún tipo de regulación sin llegar al máximo, por ello es interesante cuantificar el beneficio neto de aumentar la eficacia del sistema de compensación y el tiempo de retorno de la inversión, que en la mayoría de los casos está entre uno y dos años.
Para llegar a obtener una bonificación cercana al 4 % es necesario ser muy preciso a la hora de compensar potencia reactiva y, para ello, lo más interesante es optar por soluciones llave en mano mediante equipos de compensación dinámica con sistemas electrónicos de potencia como tiristores supervisados por sistemas de supervisión, control y adquisición de datos (SCADA) que den alarmas por estar fuera del rango exigido o pérdida de comunicación y notifiquen todo lo necesario para que el usuario conozca en todo momento el estado de su planta.