Fuente: El Economista
Cepsa y Podo han acordado el traspaso de una cartera de 75.000 clientes residenciales de luz y gas que ya cuenta con las aprobaciones regulatorias oportunas y se materializará en los próximos meses. La petrolera se centrará en los clientes industriales y Podo aumentará su base de clientes hasta los 140.000. No ha trascendido el precio de la operación.
La petrolera dirigida por Philippe Boisseau apunta que la venta forma parte de la revisión de los activos que está realizando para centrarse en los negocios más estratégicos y con más aportación de valor. En esta misma línea, la compañia vendió en diciembre 5.429 puntos de suministro de gas a la comisa cantábrica a Nortegás.
De esta manera, la compañía pone fin a Cepsa Hogar, su comercializadora de luz y gas para el mercado residencial, que lanzó hace dos años. En aquel momento se marcó como meta alcanzar una cuota de mercado del 10% y ser uno de los cuatro principales operadores del país.
Sin embargo, Cepsa está definiendo una nueva estrategia a largo plazo que presentará en los próximos meses. Focalizada en los desafíos de la transición energética, impulsará su transformación y crecimiento, sobre todo con el desarrollo de energías renovables. En el caso de la comercialización de gas y electricidad se volcará en los clientes industriales, que representan más del 97% del negocio.
Los clientes de Cepsa traspasados mantendrán durante un mínimo de seis las mismas condiciones que tienen ahora y la electricidad continuará siendo de origen renovable, así como los descuentos que obtienen con la tarjeta Porque TU Vuelves.