La Comisión Europea ha planteado a los Estados miembros aplicar medidas provisionales contra las importaciones de paneles solares y sus componentes procedentes de China en el marco de la investigación «antidumping» abierta contra esos productos.
En concreto, los responsables del Ejecutivo europeo han solicitado la opinión de los Veintisiete sobre la posibilidad de imponer derechos provisionales «antidumping» (tasas) del 47 % a estos productos, con el fin de hacer menos atractivas las importaciones chinas, tal y como han revelado fuentes comunitarias.
Así, esta propuesta será debatida por expertos el próximo 15 de mayo, aunque su opinión no es vinculante, y de aceptarse, podría entrar en vigor a partir del 5 de junio.
Por su parte, el portavoz comunitario de Comercio, John Clancy, explicó en la rueda de prensa diaria que ofrece la Comisión Europea a los medios interesados que no podía hacer ningún comentario sobre una investigación que sigue abierta y se limitó a recordar que la fecha en la que concluye el plazo para imponer medidas provisionales, si es que finalmente la Comisión Europea así lo decide, es el próximo 6 de junio.
«Si tiene que haber medidas, derechos provisionales, ese es el tiempo límite que tenemos para hacerlo», subrayó.
En esa fecha se habrán cumplido nueve meses desde el inicio de la investigación, abierta tras recibir el Ejecutivo comunitario las denuncias presentadas por la patronal europea del sector fotovoltaico, EU ProSun, que representa a empresas españolas, alemanas o italianas, sobre que dichas importaciones procedentes de China estaban incurriendo en una competencia desleal.
Los representantes de Bruselas consideraron que existen pruebas suficientes de que el país asiático vende estos productos por debajo del coste de producción (práctica conocida como «dumping») gracias a ayudas públicas, causando un grave perjuicio a los fabricantes europeos de paneles solares.
Por su parte, Clancy insistió en que la investigación sigue abierta y «solo llegará a su final al cabo de unos quince meses desde que se inició, lo que nos lleva aproximadamente a diciembre de 2013. Ahora estamos a mitad del camino». No obstante, cuando termine, los Veintisiete deberán tomar una decisión sobre las sanciones definitivas.
Mientras, indicó que la Comisión Europea sigue recolectando evidencias, y precisó que, «si vemos que se está produciendo un verdadero daño a las compañías europeas concernidas, tenemos a nuestra disposición esta especie de medida de emergencia», en relación con la posibilidad de aplicar medidas provisionales a estas importaciones chinas.
El pasado 5 de marzo, la CE anunció el registro de todas las importaciones chinas de paneles solares y sus principales componentes —como células y obleas— en el marco de la investigación «antidumping». Clancy hizo hincapié entonces en que tal registro se llevaría a cabo a petición de la industria europea, y agregó que tal decisión «no prejuzga de ninguna manera el resultado» de las investigaciones iniciadas.
El registro de importaciones permitiría la aplicación retroactiva de derechos «antidumping» durante un máximo de 90 días antes de la posible imposición de «derechos provisionales».
Asimismo, la Comisión Europea también señaló entonces que la decisión sobre la retroactividad de los derechos únicamente se decidirá al término de la investigación, en diciembre.
Bruselas abrió en septiembre una investigación «antidumping» a las importaciones de placas solares procedentes de China al considerar que hay «evidencias»de que pueden causar «daños»a la industria europea.
La cuestión de los paneles solares ya desató una guerra comercial entre China y la Unión Europea. El Gobierno de Pekín presentó el año pasado una denuncia ante la OMC por las subvenciones que conceden la Unión Europea y algunos Estados miembros, en particular Italia y Grecia, a la energía solar.
En 2011, China exportó a la Unión Europea paneles solares y sus componentes claves por valor de alrededor de 21.000 millones de euros.