Fuente: El Economista
La Comisión Europea quiere acelerar la toma de decisiones en materia energética. La presidenta, Ursula von der Leyen, presentará hoy en su discurso sobre el Estado de la Unión las cuatro medidas que estudió ayer para hacer frente al aumento de precios.
Según el documento de propuesta al que tuvo acceso elEconomista.es, se impondrá una «contribución solidaria» que supondrá poner una tasa -que rondará el 33%- sobre los beneficios del ejercicio 2022 de empresas en los sectores del petróleo, el gas, el carbón y las refinerías que sea proporcional y adecuada a la situación socioeconómica actual.
La medida, que solo tendrá una duración de un año, permitirá redistribuir los recursos y el apoyo financiero a los hogares y las empresas para mitigar los efectos de los altos precios de la energía, reducir el consumo de energía, apoyar a las industrias de alto consumo y desarrollar la autonomía energética de la Unión, en beneficio de todos los Estados miembros, según explica la Comisión.
Bruselas quiere avanzar también con rapidez en la fijación de un tope para el gas -el único punto en el que por el momento hay una profunda discusión- y se ha fijado el próximo 30 de septiembre para otra reunión extraordinaria del Consejo europeo de Energía.
Para la jornada de hoy, se espera que la presidenta de la Comisión Europea avance en los detalles de la reducción del consumo de energía eléctrica en horas punta.
La medida incluirá dos objetivos diferenciados de ahorro energético. Por un lado, podría impulsar una rebaja de entre el 5% y el 10% en tres o cuatro horas concretas que tendrá que fijar cada estado por considerarse la punta de demanda, pero también podrán tenerse en cuenta horas de baja producción de energías renovables, un extremo que beneficiaría a España. La intención es ahorrar 1,2 bcm en cuatro meses.
La UE dejará a los Estados que fijen los límites de retribución para las renovables y la nuclear
En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario está trabajando en un sistema para fijar un tope a los beneficios extraordinarios de las energías inframarginales (renovables, nuclear y agua). Dicho límite podría situarse entre los 180 y los 200 euros/MWh. Según fuentes comunitarias consultadas por elEconomista.es, este límite supondrá un precio máximo, ya que la intención del colegio de comisarios es que cada país pueda fijar su nivel adecuado de modo que no se ponga en riesgo la necesaria inversión para avanzar en el proceso de transición energética.
La intención además es que la medida no afecte a la formación de precios en el mercado mayorista de la energía.
En tercer lugar, la Comisión propondrá dos medidas relacionadas con el mercado del gas. Por un lado, se comenzará a estudiar la creación de un índice que sirva de referencia para el mercado de GNL y, por otro, se avanzará en la supervisión del mercado TTF de referencia en Europa para tratar de reducir la especulación mediante un estudio que se encargará a Esma.
Este plan garantizará una igualdad de condiciones suficiente en toda la Unión
En cuarto lugar, Bruselas avanzará en un paquete para facilitar el acceso a garantías financieras por parte de los operadores energéticos de forma que se reduzca el riesgo de una crisis de liquidez que pueda paralizar el mercado de futuros. Entre las medidas a incluir se eliminará el incremento automático de los límites de precios en los mercados mayoristas.
La Comisión Europea adoptará este medida utilizando el artículo 122, que permite tomar decisiones en materia fiscal sin tener que lograr unanimidad entre los países miembros, de este modo garantizará una igualdad de condiciones suficiente en toda la Unión y una situación en la que todas las autoridades puedan obtener los ingresos que les permitan afrontar mejor la subida de los precios.