La Comisión Europea ha responsabilizado a los elevados costes de distribución de la electricidad en España de las fuertes subidas de los recibos de la luz sufridas por los hogares españoles en los últimos años.
El coste de la electricidad para los hogares españoles se encareció el 46% durante el periodo 2008-2012, mientras que la subida de la inflación se limitó al 7%, según un estudio elaborado por el Ejecutivo comunitario. El disparo de los precios de la electricidad en España es el segundo más alto de la UE, solo superado por Lituania, con el 47%.
El informe de la Comisión Europea revela que España es el país de la UE con mayores costes de distribución de electricidad, 9,6 céntimos de euro por kilowatio/hora. Las primas a las renovables y a la generación, así como la subida del IVA son otros factores que han contribuido a encarecer el recibo de la luz en los hogares españoles, precisa el informe del Ejecutivo comunitario.
La Comisión Europea ha destacado que las subidas precio del 4% de media anual en la UE que han sufrido los hogares europeos del 2008 al 2012 contrastan con las caídas del precio mayorista de la electricidad en la UE del 35% al 45% en el conjunto de ese mismo periodo.
El cálculo incluye primas renovables
La Comisión Europea ha aclarado que el cálculo de los costes de distribución eléctrica de España, en el que el país acababa teniendo la partida más abultada de la Unión Europea, se realizó en el caso español incluyendo partidas ajenas a esta actividad, entre ellas los pagos por capacidad y las primas a las energías renovables.
Esta precisión ha sido realizada por Bruselas en una nota al pie de página a los gráficos de cálculo de los distintos costes eléctricos, recabados a partir de datos de Eurostat.
La Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) indica en paralelo que, en realidad, los costes ajenos que la Comisión Europea ha sumado a la distribución son las primas al régimen especial, los costes extrapeninsulares y las anualidades del déficit, además de otros costes regulados.
«El coste de distribución es erróneamente calculado como la diferencia entre los costes de redes, que incluyen todos los conceptos anteriores menos el coste de transporte», explica la asociación.
Ante el criterio utilizado y la falta de homogeneidad en la composición de los costes de distribución de los distintos países, Unesa lamenta que el cálculo se realice a partir de un mecanismo que conduce a conclusiones «totalmente erróneas y sobredimensionadas».
La asociación realiza esta valoración después de que el Ejecutivo comunitario haya hecho públicas este miércoles una comunicación y el documento de trabajo ‘Precios y costes de la energía en Europa’.
«El mecanismo utilizado en dicho documento para calcular los costes de la energía eléctrica lleva a conclusiones totalmente erróneas y sobredimensionadas en el caso de la actividad de distribución en España», afirma Unesa.
«Los costes más bajos de europa»
Este «error» cobra «aún más importancia si se tienen en cuenta las fuertes ayudas que el sistema eléctrico español concede a las fuentes de energía renovables», continúa.
De esta forma, en el documento los costes de la distribución eléctrica en España aparecen como los más altos de la UE, con 5,8 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh), cuando, según datos de la CNMC, estos se sitúan en 2,1 céntimos por kWh.
«En realidad, son los costes de distribución más bajos de la UE», afirma la asociación que aglutina a las principales compañías eléctricas, antes de recordar que «la remuneración que reciben las actividades de distribución y transporte en España está regulada y, por lo tanto, la metodología para su cálculo se publica en el BOE».
informe de kpmg.
Un informe de KPMG para Unesa indica que la retribución media a la distribución en Europa –se analizan 14 países– es de 2,2 céntimos por kWh, mientras que la de España es de 1,9 céntimos. A España le superan nueve países, entre ellos Reino Unido (2 céntimos), Francia (2,5), Suecia (3,1) o Bélgica (3,2).
El informe indica también que el coste medio de la distribución por cliente al año es de 179 euros en España, frente a la media de 257 euros. En Suecia se llegan a pagar 838 euros, mientras que en Noruega se alcanzan 670 euros y en Bélgica, 460 euros.
En euros por kilómetros de línea, en España se pagan 5.470, frente a la media de 6.620 euros en los catorce países europeos. Bélgica, con 13.502 euros, es el que más pagan, frente a los 8.643 euros de Francia o los 8.476 euros de Países Bajos.