Llenar la cesta de la compra a precios de supermercado o poder recoger un producto comprado por Internet durante las 24 horas del día, son solo algunos de los servicios que han incorporado las grandes petroleras.
Las dos grandes firmas de carburantes en España -Repsol y Cepsa- coinciden en querer convertir sus gasolineras en centros «todo en uno» que atraigan a más clientes motivados por sus servicios, que incluso pueden convertir el repostaje en un hecho «anecdótico».
Cepsa ha dado el último de los grandes pasos en priorizar el papel de las tiendas al suscribir, recientemente, un acuerdo con la cadena de supermercados Carrefour para tener habilitados otros nuevos 85 pequeños establecimientos en sus gasolineras a finales de este año, que se sumaran a las 175 tiendas que ya tienen en funcionamiento.
«Ofrecemos productos a precios más competitivos (el precio es el mismo que en cualquier otro establecimiento Carrefour) que los de una tienda habitual de estación de servicio», afirma la directora de Non-Oil y gestión directa de Cepsa, Belén Mateo, que cifra en 1.500 las referencias que se pueden encontrar en estas tiendas.
«Los clientes están respondiendo muy bien, ya que pueden hacer la compra de siempre en una gasolinera», señala Mateo, que concreta que los empleados de los comercios son de Cepsa y que las dimensiones del establecimiento van de los 35 a los 150 metros cuadrados.