Una información publicada en un diario estadounidense avanza que el Gobierno alemán se plantea presentar el próximo mes de agosto una propuesta legislativa para congelar los subsidios a la producción de energías renovables con el fin de aliviar la factura eléctrica soportada por los consumidores y forzar a la industria a asumir una mayor parte del coste del cambio del modelo energético en Alemania.
En concreto, el ministro de Medio Ambiente, Peter Altmaier, ha anunciado que el Ejecutivo de Angela Merkel planea presentar una legislación que podría aprobarse en agosto para congelar los subsidios a los productores de energías renovables en los niveles actuales hasta finales de 2014, matiza el rotativo.
«No es aceptable que los consumidores de electricidad soporten todos los riesgos de los futuros costes», defendió Altmaier recientemente durante su intervención en una conferencia de prensa.
En caso de que esta medida sea aprobada, cualquier incremento de la tasa estaría limitado al 2,5% anual, tal y como recoge el diario; y los operadores de red verán reducidos los pagos que realizan a las centrales de energías renovables por abastecer de electricidad a la red nacional.
Cabe recordar que la catástrofe natural que asoló la localidad japonesa de Fukushima y que afectó de manera devastadora a de la central nuclear ubicada en dicha ciudad impulsó un repentino cambio de modelo energético en Alemania, cuyos responsables políticos aprobaron la clausura de centrales nucleares y fijaron un calendario para abandonar este tipo de energía en favor de las renovables, lo que se tradujo en un sobrecoste en la factura eléctrica de los consumidores alemanes.
Este sobrecoste, que fue introducido por primera vez en 1998 por la coalición de Gobierno formada por socialdemócratas y los verdes, se incrementó significativamente durante el mandato de Angela Merkel, alcanzando en enero los 5,3 céntimos de euro por kilovatio/hora, frente a los 3,6 céntimos anteriores.
La propuesta recientemente planteada por el ministro de Medio Ambiente ha sido bien acogida por representantes de los consumidores y del sector energético, mientras que desde la Federación de Energía Renovables de Alemania han advertido de que esta medida se traducirá en un grave perjuicio para las tecnologías de generación limpias.