Fuente: El Economista
Alarma entre los grandes consumidores de electricidad industriales. La subasta de los bloques de energía destinados a la interrumpibilidad -el mecanismo que compensa a las empresas dispuestas a interrumpir su consumo eléctrico en el caso de necesidad para el sistema- está registrando un fuerte retroceso en sus ingresos de modo que las empresas consultadas calculan que al final de esta primera mitad de año se acabarán ingresando alrededor de 100 millones de euros.
La subasta que está previsto que finalice esta tarde y que deberá ser validada posteriormente por la CNMC está provocando amplios temores en el sector. La cifra que recibirá la industria, si se extrapola este resultado para todo el año, alcanzaría entonces poco más de 200 millones frente a los más de 300 millones que se ingresaron el ejercicio pasado al completo.
La subasta de interrumpibilidad es el mecanismo que compensa a las empresas dispuestas a interrumpir su consumo eléctrico en el caso de necesidad para el sistema. Esta nueva edición de la puja se va a dividir en dos bloques: uno primero en lotes de producto de 40 MW y alta disponibilidad, seguido de otro por lotes de 5 MW.
De esta forma, indican fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, una vez que estén subastados todos los bloques de 40MW, los oferentes que no resulten adjudicatarios puedan desagregar sus bloques de 40MW en bloques de 5MW y acudir a las subastas que queden pendientes.
Ante esta situación, los consumidores electrointensivos hacen un llamamiento al Ministerio de Transición Ecológica para que los 72 millones de euros que están pendientes de adjudicación aunque aprobados por los presupuestos se utilicen. Según las cuentas de estas compañías, el precio del mercado mayorista puede acabar el ejercicio sobre los 57 euros/ MWh de media.
Ante esta situación, la preocupación por parte de los sindicatos de estas grandes industrias se está incrementando después de los cierres anunciados ya por parte de Alcoa y de Cemex.