Fuente: El Economista
El presidente de la Asociación de Comarcas Mineras de España (ACOM), Adrián Barbón, ha afirmado que es necesario abordar la transición energética y apostar por las energías renovables, «pero estas necesitan una fuente de respaldo y ahí entra el carbón autóctono». Así, se ha mostrado contrario al cierre de las centrales térmicas «para poder garantizar el suministro y el coste de la energía».
Barbón ha comparecido este miércoles en la sede de ACOM en Oviedo después de una reunión de la Comisión Permanente donde se fijado, entre otros temas, la posición de la asociación que preside sobre el proyecto de Real Decreto por el que regula el procedimiento de cierre de las instalaciones de generación eléctrica, un texto que se encuentra en consulta pública y al que ACOM va a hacer alegaciones.
Barbón ha hecho referencia a que diversos sectores de la sociedad plantean el cierre de las térmicas -este mismo lunes Greenpeace colocaba un cartel gigante en El Musel donde se podía leer ‘No más carbón’-, pero ha recordado que desde la asociación que preside «tenemos una posición radicalmente distinta».
Ha señalado que las renovables no se pueden almacenar y necesitan «fuentes de respaldo para garantizar el suministro». Además, ha indicado que tampoco «podemos depender totalmente de fuentes de energía de otros territorios». Por otro lado, ha afrimado que la posición de ACOM también tiene en cuenta al ciudadano, «por el precio de la energía y la sostenibilidad social que supone tener al carbón autóctono como reserva estratégica».
Sin embargo, ha denunciado lo que considera un «problema de voluntad política» para garantizar el futuro del sector por parte del Gobierno de España, «que juega a la política del avestruz y esconde la cabeza».
Así, ha recordado que el Ejecutivo central tiene que cumplir con el marco de actuación 2013-2018, donde se establece un hueco para el carbón autóctono del 7,5%. Algo que según Barbón «daría estabilidad al sector hasta abordar los problemas que se deriven del 31 de diciembre del 2018», en referencia a la fecha en que la Comisión europea ha decretado el fin de las ayudas a la producción.
En ese sentido ha recordado que son fundamentales las ayudas empresariales y los Fondos Mineros, «de los que siguen sin invertir un solo euro de los 250 millones». Todo ello «a pesar de que las comunidades autónomas hicieran los deberes, enviaron los proyectos al Gobierno de España y, mismamente, desde Asturias hubo un acuerdo entre la Consejería de Industria y ACOM», ha sentenciado.
Sobre las ayudas empresariales ha recordado que «se gestionan tarde y nunca se agotan todas las partidas». Algo que tiene que ver con «la excesiva burocratización» de unas partidas que son «fundamentales» para el desarrollo de los valles mineros, «por lo que hay que invertir hasta el último euro».
Por otro lado, ha reivindicado que se deje de ver a los territorios mineros como un problema «y se empiece a ver como una zona de oportunidades». Sin embargo, para que esto pase ha dicho que es necesario un cambio en la actitud del Gobierno central, «que asiste impasible ante la muerte de los valles mineros».
Así, ha exigido que el Ejecutivo de Mariano Rajoy «tome el toro por los cuernos» y elabore un plan de transición energética, «donde, junto a las comunidades autónomas, las zonas mineras sean una parte activa en su redacción». Del mismo modo, ha recordado que muchas zonas «no están preparadas para el 31 de enero de 2018, como el norte de León o el Suroccidente asturiano».
«Si yo fuera el Gobierno de España estaría negociando en el ámbito comunitaria la no devolución de las ayudas o ver de qué forma planificar esa devolución en el ámbito de las empresas que han conseguido parámetros de rentabilidad», ha señalado Barbón, que ha insistido en que el Gobiero «está dejando morir el sector aprovechando el paso del tiempo».