El Grupo Villar Mir, Energias de Portugal (EDP) y los fondos KKR, Riverstone, Blackstone, Brookfield y el fondo de infraestructuras de JPMorgan lanzarán sus ofertas el 11 de agosto y la operación, valorada en unos 3.000 millones, se cerrará previsiblemente en diciembre, como adelanta hoy EXPANSIÓN.
La salida de España del gigante alemán de la energía E.ON ha cogido carrerilla. Citi, que trabaja como asesor en la operación, ya ha repartido los cuadernos de venta entre los potenciales compradores que deberán lanzar una oferta no vinculante por la compañía antes del 11 de agosto, según apuntaron a Expansión fuentes del mercado.
Entre los interesados, hay dos grupos industriales, el Grupo Villar Mir y Energias de Portugal (EDP), y cinco fondos: KKR, Riverstone, Blackstone, Brookfield y el fondo de infraestructuras de JPMorgan. Estos son los únicos que habrían mostrado un interés real por el negocio completo de la eléctrica en España, según las mismas fuentes. En Citi declinaron hacer comentarios.
A EDP (antigua Hidrocantábrico), que tiene activos de distribución eléctrica en Asturias y de gas en País Vasco, le casaría la operación sobre todo por los activos de distribución de luz de E.ON, que con la antigua Viesgo, es fuerte en Cantabria. Así, EDP controlaría toda la cornisa cantábrica. Sin embargo, la compañía lusa podría tener dificultades para obtener la financiación necesaria dada la delicada situación de Banco Espirito Santo, el mayor grupo bancario de Portugal.
Por su parte, Villar Mir, a través de Energía Villar Mir, que ya compró Centrica, es uno de los grupos que más está creciendo en electricidad. Villar Mir fue presidente de Electra de Viesgo en los años ochenta y noventa antes de empezar su andadura empresarial. Fuentes del sector aseguran, no obstante, que KKR, Riverstone y Brookfield figuran por ahora entre los favoritos.
Valoración
En total, E.ON tiene valorado en libros su negocio en España en unos 2.700 millones de euros, con lo que no pretende vender por debajo de ese precio. Las ofertas podrían rondar unas diez veces el ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de la compañía, que el año pasado fue de 300 millones, por lo que podrían ascender a 3.000 millones de euros.
Se tratará, por tanto, de la segunda operación empresarial más importante de este año, después de la compra de Ono por parte de Vodafone, autorizada por la Comisión Europea el pasado 2 de julio y valorada en 7.200 millones de euros. Se espera que en agosto, Citi haga el filtro con los interesados que pasarán a una segunda fase. Después, una vez se aclare cómo queda la regulación de la distribución de gas en España, previsiblemente en octubre, se pretende cerrar la operación uno o dos meses después.
El resto de las firmas e inversores que ha pedido el cuaderno de venta estaría interesado en comprar sólo alguna de las partes del negocio, pero las intenciones de la alemana es vender todo de golpe ahora que se ha detectado interés por el sector en España. «Hace unos meses, hubiera sido muy complicado que vendieran todo el negocio, pero ahora no. Se está observando un gran interés de inversores, también en la parte de renovables, porque, aunque se ha criticado mucho la reforma eléctrica, al menos ya la dan por terminada», señalan fuentes del mercado.