Al cumplirse un año de la puesta en marcha del último paquete de medidas para el sector eléctrico, el presidente de la patronal Unesa, Eduardo Montes, hace balance de una reforma que, a su juicio, ha supuesto un «trauma muy real» para las eléctricas, con impactos «muy serios» en sus cuentas de resultados.
En una entrevista con Efe, Montes reconoce que era necesario tomar medidas para abordar el problema del déficit de tarifa, una deuda de unos 30.000 millones generada por un desfase entre los ingresos y los costes del sistema, pero rechaza la manera de abordarlo y las consecuencias para las grandes eléctricas.
«Se podía haber hecho de una manera un poco más tranquila, acordada», destaca Montes, antes de subrayar el impacto de «miles de millones» que ha tenido para las eléctricas una reforma que ha tocado «puntos enormemente importantes», como es el caso de la distribución, «el alma del sector eléctrico».
La última reforma emprendida por el departamento que dirige José Manuel Soria incluyó recortes a la distribución, el transporte y las renovables, que se sumaron a las anteriores medidas aprobadas, entre ellas nuevos impuestos al sector.
Sobre el objetivo final de la reforma, que deje de generarse el déficit de tarifa, Montes confía en que así sea y este año se logre el equilibrio, siempre que el Estado «cumpla su parte» y desembolse las partidas previstas.
En cuanto a los movimientos empresariales, como los planes de salida de E.ON de España, se limita a recordar el daño que ha hecho la reforma y las dificultades que implica invertir cuando bajan las retribuciones.
«Si tú permites que las empresas que actúan en mercado tengan beneficio, lo puedes reinvertir; si tú no tienes beneficio, no se qué vas a reinvertir», apunta.
De cara al futuro, Montes, que reconoce que al menos el sector tendrá más estabilidad regulatoria, ve dificultades y dos retos clave: avanzar en la liberalización de las tarifas y trabajar para que el recibo eléctrico recoja solo lo que es «propio del sistema» -energía, transporte y distribución, dejando fuera otras partidas como renovables, carbón o extrapeninsulares-.
En el primer punto, la liberalización, Montes cree que esa era la intención del Gobierno con la nueva tarifa regulada, el denominado precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC).
«Es un paso hacia la liberalización (…) el mercado español está perfectamente preparado y habría que liberalizarlo ya», señala el presidente de Unesa, que cree que ya es el momento para bajar el umbral de los consumidores que pueden acogerse a esta tarifa.
Actualmente hay unos 16 millones de consumidores acogidos a esta tarifa.
Sobre otros temas pendientes de la reforma, como los pagos por capacidad, Montes confía en el diálogo con el Gobierno para poder mejorar algunos puntos «vitales» y en que el déficit aún pendiente en las cuentas de las eléctricas se pueda colocar con aval de Estado.
También mirando al futuro, el presidente de la patronal de Unesa reconoce que hay capacidad de generación suficiente para aguantar la demanda durante varios años y ve más necesidad de inversión en redes.
«No sé cómo vamos a integrar renovables y gestionar demanda sin invertir en redes», afirma el presidente de la patronal, que agrupa a Endesa, Iberdrola, Gas Natural, EDP y E.ON España.
Y sobre el papel que jugará el carbón en el mix español, Montes lo sigue viendo como un «importante combustible» no solo en España sino en toda Europa.