El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, también participó ayer en la jornada organizada por la Fundación Faes en su campus de verano, en la que aseguró que su cartera tiene previsto «completar a lo largo de los próximos días» la reforma energética para acabar con el déficit de tarifa y evitar «un problema más importante que el propio problema del sistema financiero».
Las medidas en las que trabaja el Gobierno «afectarán a consumidores, administraciones públicas y el conjunto de los operadores», avanzó el titular, y «serán difíciles», pues «no hay problema complicado que no se pueda afrontar con medidas fáciles», añadió.
Según Soria, España tiene «unos costes energéticos más elevados que en otros países, lo que resta competitividad a nuestra industria. Ello se debe al «complejo problema» del déficit de tarifa del sistema eléctrico, «que arranca de viejo». El problema «puede resumirse en que los consumidores, tanto domésticos como industriales, estamos pagando en la factura eléctrica lo que no deberíamos pagar, y además, estamos pagando por algunos conceptos más de lo que deberíamos», advirtió. Asimismo, recordó que esta circunstancia ha provocado un déficit de tarifa acumulado de 28 000 millones de euros.
«De no ponerle solución, y al ritmo de aumento de 9000 millones anuales, tendríamos un problema más importante que el propio del sistema financiero», insistió el ministro.
Exigencias de la CE sobre emisiones de los vehículos
En otro orden de cosas, Soria explicó durante su discurso ante los presentes en la cita veraniega que las nuevas exigencias en materia de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos por parte de la Comisión Europea sirven para progresar en el aspecto medioambiental, pero restan capacidad a las fábricas españolas para competir en el mercado automovilístico mundial.
Durante el pasado Consejo de Competitividad europeo, el titular español llevó la propuesta de no adelantar la fecha de entrada en vigor de las nuevas exigencias de emisiones de CO2 de los vehículos. A su juicio, lo adecuado sería esperar para comprobar la evolución del impacto del efecto de esas medidas en vigor sobre la industria europea del automóvil a medida que se acerca el horizonte 2020.
Tal y como matizó el máximo responsable del Minetur, Europa cuenta con una industria de fabricación de vehículos muy importante, en la que España es el segundo mayor productor, aunque aseguró que se está registrando un «claro y alarmante retroceso».
Así, destacó que los fabricantes europeos de automóviles están sujetos a «estrictas reglas» en materia de límites máximos de emisiones de gases de efecto invernadero, con objetivos fijados para 2020, en paralelo con una iniciativa de la Comisión Europea para aumentar las restricciones en términos de medio ambiente para la industria automotriz.