Fuente: El Mundo
Repsol ha anunciado su salto definitivo al sector eléctrico con la compra de tres centrales hidroeléctricas y dos ciclos combinados de gas al grupo Viesgo, propiedad de los fondos internacionales de inversión Macquarie y Wren House.
De esta forma, la compañía presidida por Antonio Brufau se convierte en generadora de electricidad y pasa a competir directamente en un mercado dominado por Iberdrola, Endesa y Naturgy, hasta ayer denominada Gas Natural Fenosa.
La petrolera anunció en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una inversión de 750 millones de euros que va a línea con su plan estratégico con el que pretende convertirse en una compañía energética global, en un entorno de transición donde está amenazada la hegemonía del crudo y de sus derivados como el diésel.
La adquisición permite a Repsol hacerse con una capacidad de generación eléctrica de 2.950 MW repartidos en tres centrales hidráulicas ubicadas en Asturias y Cantabria y dos centrales térmicas de gas en las provincias de Zaragoza y Cádiz. En total, el grupo se hace con una cuota en el mercado de generación próxima al 3%.
Además, Repsol adquiere la comercializadora de Viesgo incorporando a su cartera de gas y electricidad cerca de 750.000 clientes. El grupo se ha fijado como meta tener una cuota de mercado en 2025 del 5% en el mercado minorista con más de 2,5 millones de clientes.
La operación cerrada con Viesgo es solo el inicio de la estrategia marcada por Repsol para convertirse en un operador relevante de electricidad en España. La compañía pretende tener en 2025 una capacidad instalada de 4.500 MW, 1.600 más que en la actualidad. Para lograr este objetivo, el grupo ha presupuestado un total de 2.500 millones de euros.
La operación refleja en sí misma el carrusel de cambios que se avecinan en el sector energético como consecuencia de la transición hacia un sistema con menos emisiones de CO2. La petrolera pasa ahora a competir con las eléctricas tradicionales en generar y vender luz, mientras que estas empresas a su vez están invadiendo el sector de la movilidad reservado hasta ahora gigantes como la propia Repsol o Cepsa con vehículos eléctricos y de gas.
La adquisición deja fuera las centrales de generación con carbón de Viesgo. El grupo confía en que esa tecnología, más contaminante, salga del sistema eléctrico los próximos años y deje un hueco mayor para las centrales de gas, que en los últimos años han quedado excluidas del mercado eléctrico por su alto coste en comparación con el propio carbón y la nuclear. No obstante, la práctica totalidad de los analistas que abordan la transición energética apuestan por el gas como tecnología de respaldo ante la intermitencia de las fuentes renovables como la Eólica o la fotovoltaica y el progresivo cierre de las nucleares.