Fuente: El Periódico de la Energía
El tan deseado Estatuto del Consumidor Electrointensivo, ése que se prometía aprobar en esta Legislatura, va a tener que esperar a otros tiempos. Según ha podido saber El Periódico de la Energía, a falta de dos días del último Consejo de Ministros donde se tenía que aprobar el Real Decreto, “todavía no les ha entrado el dossier al Consejo de Estado para que pueda emitir su dictamen”, lo que reduce casi a cero las probabilidades de que se pueda poner en marcha.
Un retraso en el procedimiento que choca con las declaraciones que en numerosas ocasiones han hecho tanto la ministra de Industria, Reyes Maroto, como el secretario de Estado de Industria, Raúl Blanco, donde han asegurado que la voluntad del Gobierno era aprobar el Estatuto del Consumidor Electrointensivo antes de que acabase la legislatura, el próximo 29 de abril, “a pesar de que el calendario es muy exigente”.
Incluso se lo han garantizado a los comités de empresa de Alcoa A Coruña y Avilés, diciéndoles que ese Estatuto permitiría rebajar la factura eléctrica de las plantas y les daría estabilidad para hacerlas viables de cara a conseguir futuros inversores. “Estará aprobado antes de las elecciones” del 28 de abril afirmó el Ministerio de Industria, e incluso ajustó la fecha, con la aprobación en el Consejo de Ministros del 26 de abril.
“Esta noticia cae como un jarro de agua fría en el sector de la industria electrointensiva” señalan fuentes del sector, “incluso también falta el informe de la CNMC sobre el borrador del Real Decreto, y aunque tanto este informe como el dictamen del Consejo de Estado no son preceptivos, dice mucho del verdadero interés de este Gobierno por aprobar el Estatuto”.
Pero ¿Cuáles podrían ser las razones para haber retrasado tanto su aprobación? El plazo de las alegaciones finalizó el pasado 27 de marzo, incluso Industria se reunió con todas las asociaciones que forman parte de la industria electrointensiva y con los sindicatos asegurándoles que todo dependía de terminar de incorporar las alegaciones.
“Da la impresión de que todo han sido fuegos artificiales. Primero prometiendo un Estatuto especifico para toda la industria electrointensiva y después con la aprobación de una convocatoria de compensación de costes de emisiones indirectas, 91 millones en ayudas, y que incluso se intentaría llegar a los 200 millones pero siempre vinculados a los Presupuestos Generales”, señalan las mismas fuentes, “todo hace pensar que todos estos fuegos de artificio tienen que ver más con la venta de las dos plantas de Alcoa, la de A Coruña y la de Avilés”.
El Ministerio de Industria reconoció que esa nueva convocatoria era una medida más para “hacer viable la producción de aluminio”, sea en la multinacional Alcoa o en “los proyectos que pueden venir en torno a Alcoa”.
“Todo esto parece que ha estado orquestado para negociar la venta de las dos plantas que Alcoa quiere cerrar. El Gobierno decía que había entre seis y ocho empresas interesadas, pero nadie va a decidirse si no hay garantías, ni precios concretos, ni un Estatuto que defina bien cómo se va a rebajar el precio para la industria o cuáles son los avales que el Estado da para los contratos bilaterales”, explican las fuentes del sector.
“Lo que parece a todas luces es que no se ha concretado nada y no se ha aprobado el Estatuto del Consumidor Electrointensivo por dos razones, una porque no se ha concretado nada con nadie para la venta de Alcoa, si realmente hubiera un comprador para Alcoa el gobierno hubiera publicado negro sobre blanco el Estatuto y se hubiera agilizado al máximo su aprobación, y si no lo ha hecho, es porque no lo hay, y la segunda razón es porque no son las empresas ni las industrias las que van a votar este domingo, es decir, que el Estatuto no tiene mucho recorrido electoralmente hablando”.
La figura del consumidor electrointensivo incluiría a unas 138 industrias interrumpibles, pero también a otras de gran intensidad de consumo eléctrico, con lo que sumarían unas 243, y si se hace referencia a los cálculos de la CNMC, llegarían a ser casi 280. “Aunque el borrador del Estatuto es un ‘café para todos’, un texto en el que se incluye a toda la alta tensión, ha sido tan genérico que no responde ni concreta nada para ninguna industria, de hecho algunas empresas solicitaban diferenciar entre los ultrahiperelectrointensivos, los hiperelectrointensivos y el resto, pero por lo que sabemos no ha sido así”, concluyen las fuentes.