Fuente: El Periódico de la Energía
El 5 de octubre del 2015, entró en funcionamiento la interconexión eléctrica por los Pirineos Orientales, la cual duplicó la capacidad de intercambio comercial entre España y Francia hasta alcanzar los 2.800 MW. Justo hoy se cumplen tres años de la puesta en marcha. Hasta el Pirineo fue a inaugurarlo el por entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy y el primer ministro francés Manuel Valls.
En estos tres años se ha dado una circunstancia que no es habitual en el mercado eléctrico. Desde la entrada en funcionamiento de esta interconexión, España y Francia han incrementado en un 110 % la energía intercambiada entre sí, comparando los periodos de octubre del 2014 a septiembre del 2015 (12 meses previos a la entrada en funcionamiento) con los registros desde octubre del 2017 hasta septiembre del 2018, periodo en que alcanza los 19.136.693,4 GWh, según datos de Red Eléctrica.
Es decir, más que duplicas la energía intercambiada, por tanto supera los datos de capacidad que solamente se duplicaron. ¿Cómo es posible esto? A través de la eficiencia en las operaciones, y España se aprovecha mucho más de la electricidad francesa que al revés. Ahora más del 80% del volumen generado son importaciones, mientras que las exportaciones, aunque van en aumento solo logran los 3,5 millones de GWh.
Con la capacidad que queda vacante en las líneas y que no va destinada a la seguridad de suministro, se establecen diariamente intercambios comerciales de electricidad aprovechando las diferencias de precios de la energía entre los sistemas eléctricos interconectados. Estos intercambios permiten que la generación de electricidad se realice con las tecnologías más eficientes fluyendo la energía desde donde es más barata hacia donde es más cara.
En ese caso, España se beneficia más de los precios de la energía nuclear francesa. También cabe decir que el mercado español cuenta con otros factores como el impuesto a la generación que hace jugar en desventaja a la hora de intercambiar electricidad.
Gracias a la interconexión con Francia, el sistema eléctrico español ha mejorado. Y lo ha hecho por estas cuatro razones:
•Contribuyen a la seguridad del suministro, facilitando funciones de apoyo entre sistemas vecinos. Las interconexiones son el respaldo instantáneo más significativo a la seguridad de suministro.
•Aportan mayor estabilidad y garantía de la frecuencia en los sistemas interconectados.
•Proporcionan un mejor aprovechamiento de las energías renovables.
•Facilitan los intercambios comerciales de energía, aumentando la competencia al aprovechar las diferencias de precios de la energía en los sistemas eléctricos interconectados. Las interconexiones juegan un papel fundamental en el llamado Mercado Interior de la Electricidad en Europa (MIE), que busca integrar el conjunto de los mercados existentes a día de hoy en la Unión Europea en un solo mercado.
Ahora España y Francia están trabajando en la próxima interconexión. Será a través de un cable submarino desde el País Vasco hasta la costa gala y que volverá a duplicar la capacidad de interconexión con el país vecino.
En un futuro, si las renovables consiguen estabilizarse en el mercado español, el sentido del intercambio energético será al revés, y probablemente España se dedique más a exportar electricidad que otra comprársela a Francia.