En tiempos aciagos, toca defender a capa y espada el territorio para sobrevivir; y eso es precisamente lo que están haciendo los distintos agentes que intervienen en el sector energético nacional, luchas por garantizar la continuidad de sus actividades en un escenario cada vez más complejo desde el punto de vista normativo.
En este sentido, Foro de la Industria Nuclear acaba de informar de que las centrales instaladas en España lideraron en 2012 la producción eléctrica en nuestro país, «ya que aportaron el 20,58 % de la electricidad», toda una declaración de intenciones sobre el peso que aún siguen teniendo la generación atómica en el “mix” energético nacional.
En este sentido, los responsables de la Patronal han revelado las conclusiones del informe sobre los «Resultados y perspectivas nucleares 2012: un año de energía nuclear», que recoge que las instalaciones atómicas ubicadas en España tienen una potencia de 7854 MW, el equivalente al 7,2 % de la potencia instalada, y produjeron un 6,4 % más que en 2011.
Asimismo y de acuerdo con los indicadores globales de funcionamiento de las centrales nucleares, «las plantas atómicas tuvieron un factor de carga del 88,82 %; estuvieron disponibles el 89,84 % del tiempo y su factor de operación alcanzó el 90,60 %. Mientras, estuvieron no disponibles de manera no programada el 1,33 % del tiempo», explica la nota de prensa divulgada sobre este asunto.
Según el documento elaborado por el Foro de la Industria Nuclear, la producción de electricidad de origen nuclear en todo el mundo, donde funcionan 438 reactores en 31 países, alcanzó los 2353 TWh el año pasado, lo que representa el 14 % de la electricidad total consumida en el planeta.
La organización destaca que, en la actualidad, se asiste a «un cambio en los fundamentos del sistema energético global a 2035, siendo uno de los aspectos significativos un replanteamiento de la opción nuclear en algunos países y señales de una mayor importancia de las políticas de eficiencia energética».
Antonio Cornadó, presidente de la Asociación, explicó durante la presentación del informe que «el consumo de electricidad en España está condicionado por la situación económica del país» y, por lo tanto, «en 2012 la demanda eléctrica descendió un 1,1 % respecto a 2011». «Las cifras nos indican que el consumo ha se redujo a niveles de 2005, con las consecuencias que se derivan para el parque de generación», apostilló.
En cualquier caso, confió en que en 2013 «comiencen a apuntarse síntomas de inflexión, para que la economía española recupere la tendencia del crecimiento y así se refleje en el consumo de electricidad». Además, Cornadó señaló que la Unión Europea está analizando el futuro de la energía nuclear y la necesidad de un modelo que ayude a mantener y mejorar la competitividad de las empresas e industrias de la Unión Europea.
«Las consideraciones no son solo económicas, ya que también incluyen factores de protección del medio ambiente. La Comisión tiene la indicación de elaborar un plan energético con miras al año 2035. La conclusión inmediata es que el parque actual de centrales nucleares debe seguir en funcionamiento para lograr los objetivos fijados», adelantó.
Por otra parte, el directivo aseguró que la reforma energética «se está formulando desde un punto de vista de mejora de la competitividad, a través de la introducción de criterios económico-financieros, así como con la protección del medio ambiente». Pero reconoció que, en este contexto, «llama la atención la situación creada respecto a la central de Santa María de Garoña, cuyo futuro puede estar en entredicho por motivos que no tienen que ver con su seguridad, funcionamiento o la forma en que es gestionada».
A este respecto, Cornadó aseguró que «la industria nuclear tiene un papel protagonista en el horizonte del futuro energético de España» y añadió que «puede seguir aportando valor a nuestro sistema eléctrico desde las premisas de la seguridad, el desarrollo tecnológico y la mejora continua en la gestión».
Para concluir, cabe reseñar que el texto del informe especifica que durante 2012 la producción bruta de energía eléctrica de la central de Garoña fue de 3879,68 millones de kWh, con unos factores de carga y de operación del 94,78 % y 95,05 %, respectivamente. «De esta forma, la central se sitúa por encima de la media de los reactores nucleares de su misma tecnología a nivel mundial», destacó.