Fuente: El Periódico de la Energía
El año pasado se firmaron un total de 5,4 GW de contratos de compraventa de energía (PPA) entre empresas privadas y propietarios de activos de generación de energía renovable, según el informe Corporate Energy Market Outlook de Bloomberg New Energy Finance (BNEF). La cifra superó en 1 GW el récord logrado en 2015, en el que los PPA privados de energías renovables a nivel mundial alcanzaron los 4,4 GW, y también la potencia del año anterior, en el que se contrató una capacidad combinada de 4,3 GW.
Los contratos realizados en 2017 fueron firmados por un total de 43 corporaciones de 10 países. Las corporaciones han firmado contratos para la compra casi 19GW de energía limpia desde 2008, una cantidad comparable a la capacidad de generación de Portugal, de la que un 76% ha sido contratada desde 2015.
El mayor mercado de PPA del año pasado fue Estados Unidos, que creció un 19% sobre 2016, con alrededor de 2,8 GW de capacidad contratada. Sin embargo, en este mercado, la imposición de aranceles sobre las importaciones solares chinas está creando incertidumbre, ya que, mientras tanto, los desarrolladores “no pueden fijar precios de PPA con las empresas y otros compradores”.
La más notable de estas transacciones fue el PPA de 200MW de Apple con NV Energy para comprar la electricidad generada en el proyecto Techren Solar, el acuerdo más grande jamás firmado en Estados Unidos entre una corporación y una empresa de servicios públicos.
El segundo mercado más grande del año pasado fue Europa con más de 1 GW contratado, según informa BNEF. Sin embargo, la mayor parte de la energía contratada en el Viejo Continente provino de acuerdos de energía eólica en los Países Bajos, Noruega y Suecia. En esos países, los mecanismos de políticas permiten a los desarrolladores obtener subsidios y, a la vez, otorgan a las empresas la capacidad de recibir certificados para cumplir los objetivos de sostenibilidad”.
El mayor acuerdo fue el compromiso del productor de aluminio Norsk Hydro para la compra de la mayor parte de la electricidad del parque eólico Markbygden Ett de 650MW en Suecia, durante el periodo comprendido entre 2021 hasta 2039. En España se firmó el primer PPA entre EDP y Calidad Pascual, y Axpo Iberia también firmó el primero de Portugal a finales del año pasado. Los mercados emergentes también experimentaron una nueva actividad, con la firma de los primeros PPA corporativos en Burkina Faso, Eritrea, Egipto, Ghana, Namibia, Panamá y Tailandia.
De cara al futuro, BNEF espera que el volumen de energía contratada en este segmento supere el nivel de actividad récord de 2017. Especialmente América Latina y Asia se señalan como mercados que podrían atraer mayor actividad en 2018 y años siguientes, aunque estas regiones son actualmente conocidas por su bajo nivel de desarrollo del mercado privado de PPA. En cuanto a China y Japón, BNEF destacó que aún existen demasiadas barreras regulatorias que actualmente impiden que este mercado se desarrolle.
Los compromisos por parte de las empresas de utilizar electricidad renovable, incluidos los realizados a través de la campaña RE100, siguen siendo la fuente de demanda más prometedora. Unas 35 nuevas empresas se suscribieron al RE100 en 2017, con varias oficinas centrales en mercados menos desarrollados para compras corporativas, como Japón y Singapur.
RE100 reúne a las empresas que se comprometen a obtener el 100% de su electricidad a partir de fuentes renovables en el futuro. El número total de miembros de RE100 llegó a 119 a finales del año pasado. En 2016, estas compañías consumieron 159TWh de electricidad a nivel mundial, casi el equivalente al consumo de electricidad de Suecia.
“La mayoría de las compañías en Asia no están familiarizadas con el concepto de compras corporativas: de los 119 miembros de RE100, solo ocho tienen su sede en esta región”, dijo Justin Wu, jefe de Asia-Pacífico de BNEF. “Pero todo esto está por cambiar a medida que las corporaciones multinacionales extiendan sus compromisos de sostenibilidad a sus cadenas de suministro con base en Asia y sus competidores asiáticos comiencen a ver la necesidad de seguir su ejemplo. No pasará mucho tiempo antes de que las empresas asiáticas intenten aprovechar las grandes cantidades de energía renovable que ya están desplegadas en sus mercados nacionales”.