La factura de la luz de los hogares de España ha aumentado un 11,6% en marzo respecto al mismo período del año pasado. Según los datos proporcionados por Red Eléctrica de España (REE), la factura eléctrica para el consumidor doméstico tipo ha sido de 55,76 euros durante marzo.
España es el quinto país de la Unión Europea (UE) con la electricidad más cara tras Dinamarca, Alemania, Irlanda e Italia. Según Eurostat, el coste del kilovatio hora es un 27,6% más elevado que la media de todos los países de la UE.
A pesar de ser uno de los mayores gastos a los que se enfrentan los hogares en nuestro país, no hacemos demasiado por reducirlo. Es más, hay quien desconoce todavía que podemos buscar otras alternativas.
El CEO de Kwiil, Borja Moreno, asegura que “el 50% de los españoles no saben que se pueden cambiar de compañía de electricidad. Se creen que es algo del Estado y que están obligados a tener lo mismo que han tenido toda la vida», agrega este joven emprendedor.
Contamos con distintas opciones para ahorrar en la factura de la luz: ajustar la potencia contratada a nuestras necesidades y consumir electricidad en los momentos con menor demanda del día. Algunas startups ofrecen ya su servicio para lograr estos objetivos.
Moreno explica que estas empresas buscan “ayudar al cliente a que consuma de una manera más eficiente y más sostenible, y de esa manera el cliente ahorra”. En este sentido, el experto en energía, Jorge Morales, añade que “la diferencia es en el trato de atención al cliente, en la transparencia que tienen, en cómo explican la factura, en las facilidades que te pueden dar de pago en caso de que tengas un problema».
Estas pequeñas empresas están empujando a las compañías tradicionales a cambiar su relación con el cliente, aunque la auténtica transformación está por llegar: energías completamente renovables, tarifas planas de consumo o grandes baterías provocarán una revolución en el futuro de la luz.
Fuente: Cinco Días