Los representantes de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) aseguran que las instalaciones de cogeneración han entrado por completo en rentabilidad negativa como consecuencia de la aplicación de los nuevos impuestos eléctricos y del nuevo mecanismo de compra de derechos de CO2 al Estado.
En concreto, la patronal lamenta que la nueva fiscalidad energética en vigor desde el pasado 1 de enero supone para los cogeneradores una doble carga al gravar la producción eléctrica y el uso del gas, por lo que el sector ha registrado una reducción de la rentabilidad razonable de sus instalaciones del 7% a entre el 1,5% y el 0%, dependiendo de los casos.
A esta circunstancia se suma la necesidad de comprar a partir de este año los derechos de emisión de CO2, lo que supone un coste adicional y aboca al conjunto del parque de cogeneración español a la rentabilidad negativa.
Los miembros de la asociación explican que para 2015, el 75% de las plantas se encontrarán «en peligro de extinción» y que solo podrán sobrevivir las que sean «extraordinariamentre eficientes». Además, el presidente de Acogen, José Manuel Collados, se pregunta si podrán sobrevivir las centrales con un recorte de ingresos, entre distintos conceptos, del 31%.
Esta caída del 31% procede, por un lado, del recorte del 14% que han experimentado en los ingresos como consecuencia de los nuevos impuestos y del sistema de adquisición de derechos de CO2 vigente desde el inicio de 2013, lo que supone en conjunto un impacto de 450 millones de euros para las cuentas de los cogeneradores. Y, por otro lado, por la reducción del 17% sufrida a causa de la decisión del Gobierno de aplicar una moratoria a la renovación de plantas a los quince años.
Desde Acogen recuerdan que el 40% de la potencia instalada en 2012 ya alcanzó esta edad, y que este año el porcentaje será del 55%. Dentro de dos años, en 2015, el 75% de las instalaciones habrá cubierto los quince años de vida, por lo que «a todas estas plantas el cumpleaños les supone una reducción adicional de la retribución del 17%».
Para concluir, desde la patronal del sector de la cogeneración español inciden en que su tecnología «contribuye a la eficiencia energética, a la reducción de emisiones, a la garantía de potencia y a la generación distribuida, y aporta competitividad y empleo a las industrias».