La patronal de las grandes eléctricas (Unesa) considera «impactante» el elevado nivel de inversiones en desarrollo de la red de transporte que prevé Industria en su planificación para el periodo 2015-2020, de las que se hará cargo en su mayor parte Red Eléctrica de España (REE), teniendo en cuenta además que se trata de «un entorno de contención de los costes del sistema».
En sus alegaciones a la planificación, Unesa señala que en la propuesta de Industria se incluyen los costes estimados para el sistema y para los agentes por las posiciones de conexión en las subestaciones de transporte, a los que considera «por encima de los costes reales para una subestación tipo», por lo que solicita explicación sobre el equipamiento considerado y la metodología de estimación utilizada.
En concreto, Industria prevé unas inversiones totales de 4.411 millones de euros -una vez deducidos 130 millones correspondientes a la estimación de ayudas europeas para contribuir a una economía baja en carbono- para el periodo, de las que la mayor parte (1.300 millones de euros) se destinarán al mallado de la red de transporte.
Por su parte, un total de 980 millones de euros serán para seguridad de suministro, 971 millones de euros para interconexiones y 706 millones de euros para apoyo a la distribución.
«Déficit sustancial» de inversiones a la distribución
Así, Unesa pone también de manifiesto su preocupación respecto al «déficit sustancial» de inversiones a la distribución que se observa, según consta en el anexo del informe de la CNMC sobre la propuesta. La actividad de distribución la desarrollan en su mayor parte las cinco grandes eléctricas de Unesa.
Además, en relación con las redes para la evacuación de la nueva generación renovable en la Península, la patronal afirma desconocer, dado que no se explica en la propuesta, los criterios utilizados para la consideración y aprobación de unas instalaciones frente a otras, teniendo en cuenta que algunos de los nuevos proyectos de generación se podrían tener que adjudicar mediante procedimientos de concurrencia que deberían ser competitivos.
De esta manera, considera que la planificación no debería condicionar la incorporación de nuevos proyectos de generación sin justificar debidamente la priorización realizada que, según la normativa, debería atender a «la minimización de costes» para el conjunto de sistemas vinculados a la construcción de la infraestructura de la red de transporte y a la producción de las plantas de generación a las que la puesta en servicio de dicha instalación de transporte permite su funcionamiento.