Fuente: El Periódico de la Energía
Los países de la Unión Europea (UE) deberán cerrar todas sus centrales de carbón antes de 2030 si quieren cumplir el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Esta es la conclusión de un nuevo informe de Climate Analytics, que también señala que la manera más barata de alcanzar los objetivos de París es reemplazar las centrales de carbón de la UE con energías renovables y medidas de eficiencia energética.
El horizonte 2030 está en línea con los cierres previstos en el Reino Unido, Dinamarca, Finlandia y Portugal. Holanda y Francia también están discutiendo poner fin al carbón. Para Alemania y Polonia, sin embargo, una reducción gradual antes de 2030 sería un reto importante.
El Acuerdo de París sobre el cambio climático tiene como objetivo limitar el calentamiento por debajo de los 2 grados Celsius sobre las temperaturas preindustriales y realizar los esfuerzos para lograr limitarlo a 1,5 grados. El estudio de Climate Analytics llega a la conclusión de que hay un 85% de posibilidades de mantenerse por debajo de 2 grados y una probabilidad del 50% para 1,5 grados.
Para cumplir con este objetivo, el informe sugiere que el mundo entero necesita dejar de usar el carbón antes de 2050. Sólo las plantas que adapten sus equipos de captura y almacenamiento de carbono (CCS) podrían permanecer abiertas.
La última central térmica de carbón europea debería cerrar en torno a 2030, según el informe, mucho antes de las fechas de cierre previstas de muchas plantas de carbón existentes. De hecho, algunos estados miembros de la UE todavía están construyendo nuevas centrales.
Bajo los compromisos del Acuerdo de París, el estudio dice que las plantas de carbón de la UE no deberían emitir más de 6.500 millones de toneladas de CO2 (Gt de CO2) para el año 2050. Si no se toman medidas y las plantas de carbón existentes se mantienen operativas hasta el final de su vida normal, la UE emitiría un 85% más de este límite.
Cierre del carbón
En la actualidad, hay más de 300 plantas de carbón que operan en toda la UE. Alemania y Polonia representan la mitad del total, como muestra el siguiente gráfico, y no hay plantas de carbón en Bélgica, Luxemburgo, Malta, Chipre, Estonia, Lituania y Letonia.
La mayoría de las plantas de carbón de la UE están llegando al final de su vida normal, con muchos más de 40 años de edad. Sin embargo, también hay un grupo de plantas de carbón más nuevas, construidas en los últimos 10 años, sobre todo en Alemania, Polonia, Italia y los Países Bajos.
Las nuevas plantas podrían continuar operando en la década de 2050 o 2060, dado que el promedio de vida de una unidad de carbón es de 46 años. A menos que estas plantas se cierren antes, el informe dice que “… las emisiones del sistema serán bloqueadas por encima de los objetivos de reducción de emisiones de GEI de la UE”.
El siguiente gráfico muestra las emisiones de CO2 de las centrales de carbón de la UE en comparación con las emisiones compatibles con el Acuerdo de París o una menos ambiciosa meta 2C.
Las emisiones son claramente demasiado altas, pero ¿cuándo debería cerrarse cada planta? Climate Analytics ha elaborado un “calendario de cierre de sistemas”para cada una de las centrales. Se utilizan dos enfoques: el primero plantea el cierre las unidades de carbón menos eficientes en c arbono en primer lugar; el segundo plantea el cierre las unidades menos rentables en primer lugar.
Las fechas de apagado para cada planta se pueden ver en un mapa interactivo de la página web de Climate Analytics. Las fechas en el mapa están basados en el enfoque de eficiencia de carbono. El cierre de las plantas españolas que propone el informe empezaría este año con el cierre de la unidad 1 de As Pontes, y acabaría en 2027 con los cierres de Cogecen 1, Granadilla 3 y 4, La Pereda Hunosa 1, Litoral 2, en Almería, y Torrelavega Mill S1. (ver la propuesta de todas en este otro cuadro)
El desafío del carbón
El calendario no debería plantear ningún problema para el Reino Unido, que ya ha anunciado planes para cerrar el resto de plantas de carbón para el año 2025. En una consulta realizada el pasado 8 de febrero, 13 organizaciones dijeron que el cierre debería adelantarse a 2023.
Del mismo modo Dinamarca, Portugal, Francia, Finlandia y los Países Bajos están, todos ellos teniendo en cuenta o haciendo planes en firme para cerrar las centrales de carbón antes de 2030 (una decisión en los Países Bajos se ha retrasado para después de las elecciones generales del 15 de marzo).
La tarea más importante de la programación de 2030 se presenta en Alemania, Polonia y Europa del Este. Climate Analytics dice que la mayoría de las plantas de carbón búlgaras, rumanas y húngaras deben cerrar en 2021. La mayoría del carbón en Chequia también tendría que cerrar antes del año 2025.
Polonia y Alemania se enfrentan al mayor obstáculo, ya que son las que cuentan con una mayor capacidad. Alemania cuenta con 54 gigavatios (GW) de capacidad de carbón, mientras que Polonia tiene 32GW, lo que en conjunto representa aproximadamente la mitad del total de 168GW de capacidad de carbón de la UE.
En Alemania, ya se ha puesto en marcha el debate sobre cómo, cuándo o si se debe eliminar el carbón. Sin embargo, incluso las ONG solamente están hablando de cerrar en el año 2035, una propuesta cinco años más lenta que la que recomienda el informe de Climate Analytics. Funcionarios del Gobierno dicen que sólo debería reducirse la mitad para el año 2030.
En Polonia, el Gobierno del partido Ley y Justicia llegó al poder en 2015, después de una campaña que en la que se comprometió a defender la industria del carbón, que abastece más del 80% de la energía del país. Su sector del carbón, de propiedad estatal, ha atravesado importantes turbulencias financieras el año pasado y, más recientemente, la Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que el país debe reducir su dependencia del carbón.
Si la UE decide un rápido fin del carbón para el año 2030, según recomienda el informe, no serán sólo los gobiernos nacionales los que tendrán que cambiar de rumbo. Climate Analytics señala una lista de políticas de la UE que también será necesario reformar. Entre estas, el informe incluye el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE, que está siendo debatido en el Parlamento Europeo, y las reglas de la UE para la energía renovable para la próxima década, que deberán ultimarse en los próximos años.