La extensa, sólida y fiable red de regasificadoras con las que cuenta España es una garantía nada despreciable en situaciones de crisis como la que estos días vive Argelia como consecuencia del reciente ataque terrorista sufrido a una instalación de gas operada por BP, Sonatrach y Statoil.
El secuestro de la planta y del personal laboral que se encontraba el miércoles en In Amenas (al sureste de la nación norteafricana) ha derivado en una operación que, según los últimos datos conocidos, se ha saldado, al menos, con 80 fallecidos entre captores y rehenes.
Este conflicto ha subrayado la delicada situación política que aún existe en numerosos países africanos, hostigados por grupos de milicianos afines a distintas organizaciones terroristas islámicas, que demandan desde hace años un mayor apoyo de la comunidad internacional para tratar de terminar con la inseguridad reinante en parte de su territorio. Pero también ha levantado la liebre sobre la vulnerabilidad que supone para el abastecimiento a Europa de recursos energéticos.
De hecho, la sociedad que gestiona el gasoducto Transmed, que une Argelia e Italia, reveló ayer que la crisis de los rehenes de In Amena ya ha comenzado a dejar su huella en Europa. “Hubo un leve descenso en el flujo de gas esta mañana”, reconocieron desde Snam Rete, la firma titular de la red de gas italiana, que cifró el descenso —durante tan solo un día— en 10 millones de metros cúbicos.
Históricamente, el país que preside Abdelaziz Bouteflika ha sido el segundo proveedor energético del Viejo Continente, solo superado por Rusia. Por su proximidad geográfica, su influencia resulta mayor en los países mediterráneos. En España esta relación de dependencia se eleva a un 39% (a diciembre de 2012).
Es decir, más de un tercio del gas que se consume en nuestro país procede del gigantesco yacimiento de Hassi R’Mel, que se conecta a la red española por dos vías: el gasoducto del Magreb, que entra por Zahara de los Atunes (Cádiz), y Medgaz, que se inaugurado en 2011 y conecta las costas argelinas con las almerienses, discurriendo cerca de 210 kilómetros bajo el agua.
Pero en el caso de nuestro país, “durante los últimos días el sistema ha operado con total normalidad, no ha sufrido variaciones; el suministro está garantizado”, han asegurado desde Enagás, el gestor de la red gasista en España. El problema del suministro italiano podría deberse, apunta, a que estaba vinculado directamente al pozo afectado por los altercados.
El Ministerio de Industria y Energía, por su parte, también ha trasmitido tranquilidad sobre esta asunto y fuentes del departamento que dirige José Manuel Soria han declarado que ”no hay ningún temor a una interrupción del abastecimiento y en el caso de que se produjera, existen protocolos para permitir el uso de las reservas estratégicas”.
España no ha experimentado ningún vaivén derivado de esta crisis y esto se debe a que nuestro país cuenta con 6 de las 17 regasificadoras existentes en toda Europa, que recién gas proveniente de 13 orígenes distintos. Además, sus almacenes disponen de capacidad para aguantar 20 días en caso de un corte radical del suministro.
La red gasística española está integrada por un entramado de 9.540 kilómetros de gasoductos de transporte, más de 60.000 kilómetros de gasoductos de distribución, tres almacenamientos subterráneos -más otros dos que se preparan para entrar en operación próximamente en Marismas y Castor-, tres yacimientos y seis conexiones internacionales. A esto hay que sumar otras instalaciones auxiliares, plantas de compresión y centrales satélite de Gas Natural Licuado.
Y aunque hay que reconocer que Argelia juega un papel determinante en el suministro de gas a España, que también llega desde sus tierras por mar, gracias a los buques metaneros. Gas Natural Fenosa y Repsol se encuentran entre los principales operadores mundiales de este negocio.
Nuestro país importa el 72% de esta materia prima por barco y el 28% restante mediante gasoducto. Además, es el primer Estado europeo importador de GNL por barco y el tercero desde la óptica global.
Al menos, 80 fallecidos en el ataque a la planta de gas de In Amenas
Los últimos datos ofrecidos por las autoridades argelinas sobre la operación militar llevada a cabo en la planta de gas de BP, Sonatrach y Statoil que fue secuestrada por terroristas afines a Al Qaeda el pasado miércoles arrojan una cifra cercana a los 80 muertos, entre captores y rehenes.
Una fuente de las fuerzas de Seguridad del Gobierno de Argel declaró ayer que las tropas asignadas a la misión de las instalaciones de In Amenas descubrieron el cuerpo de otros 25 rehenes muertos, que se sumarían a los 23 hallados el sábado, lo que eleva el número de rehenes fallecidos a 48. Asimismo, añadió que otros 6 secuestradores fueron detenidos y que continuaban las labores de búsqueda de más terroristas.
Se espera que el primer ministro de Argelia, Abdelmalek Sellal, dé explicaciones hoy en conferencia de prensa sobre una operación que
El registro del complejo ha propiciado hasta el momento el hallazgo de 25 cadáveres, que se sumarían a los 23 fallecidos en el asalto del sábado, según esta versión. Además, las autoridades han informado de la muerte de 32 milicianos en la operación militar para recuperar el control de las instalaciones, con lo que serían ya al menos 80 los muertos.