La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) afirmó que la interrumpibilidad es un servicio que algunos grandes consumidores eléctricos prestan al sistema eléctrico en la gestión de la demanda y que no puede considerarse en modo alguno «una subvención o ayuda del Estado».
La patronal de la industria siderúrgica señaló que este servicio «no es gratuito», ya que las empresas que lo prestan han tenido que abordar «cuantiosas inversiones materiales y organizativas» para poder cumplirlo y porque supone «un verdadero seguro» para el conjunto de los consumidores eléctricos.
Así, recordó que las empresas que suscriben este servicio reciben una compensación «adecuada y hasta hace poco, razonable» por su prestación, «sin que pueda considerarse en modo alguna una subvención o ayuda del Estado».
Para Unesid, el Gobierno realizó modificaciones en la reforma eléctrica en curso del régimen de interrumpibilidad «que suponen una rebaja sustancial» de la retribución que percibían las empresas por este servicio, en una orden ministerial que fue recurrida por la patronal.
Asimismo, subrayó que la Comisión Europea aprobó este miércoles el esquema de ayudas de Estado en materia de energía y medio ambiente, que incluye la posibilidad de que los Estados miembros excluyan del pago de las energías renovables a los grandes consumidores eléctricos, como ya ocurre en Francia y Alemania, algo que en España «lamentablemente» ni se ha planteado, añade.
De esta manera, denunció que las industrias, al igual que el resto de los consumidores españoles, soportan el régimen de ayudas a las energías renovables españolas, «el más generoso de la Unión Europea y posiblemente de toda la OCDE».