La interconexión eléctrica entre España y Francia se inaugurará a finales de este mes de febrero y estará en operación comercial en el próximo mes de junio o julio, permitiendo duplicar la capacidad de intercambio entre ambos países, que pasará de 1.400 a 2.800 megavatios (MW) o, lo que es lo mismo, del 3% actual de la demanda al 6%.
De esta manera, se pondrá fin a 30 años sin poner en servicio una interconexión con Francia y se dará luz al «proyecto más caro» en la historia de Red Eléctrica de España (REE), según indicó el director general de Transporte del gestor de la red eléctrica, Carlos Collantes.
En concreto, la interconexión eléctrica España-Francia representa una inversión, al 50% entre REE y su homólogo francés (RTE) a través de la sociedad Inelfe, de 700 millones de euros, de los cuales 225 millones de euros han procedido de una subvención al proyecto de la Unión Europea y otros 350 millones de euros se han financiado a través de un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Bajar el precio de la electricidad e integracion de las renovables
Collantes, presidente también de la sociedad conjunta Inelfe, afirmó que el proyecto contribuirá a futuro a bajar el precio de la electricidad a toda a Europa y a España, así como a la creación de un mercado único y a facilitar «la integración las energías renovables», contribuyendo al objetivo marcado por la UE para que en el año 2020 el 20% del consumo de energía sea renovable.
Así, la interconexión, cuyos trabajos se concluyeron a finales del año pasado y ahora se abre un periodo de pruebas técnicas para su puesta en servicio a mediados de 2015, permitirá el aprovechamiento y consumo de la electricidad procedente de energías renovables, principalmente la energía eólica, mejorará la calidad de suministro de las poblaciones del Roussillon y del Empordà y garantizará el suministro eléctrico necesario para el correcto funcionamiento del tren de alta velocidad (AVE) en el lado español.
Con un trazado de 64,5 kilómetros que enlaza los municipios de Santa Llogaia, cerca de Figueres, con Baixás, próximo a Perpiñán, el trazado es totalmente soterrado, lo que ha incrementado el coste del proyecto hasta los 700 millones de euros, frente a los 70 millones de euros que hubiera supuesto de no haberse tenido que realizar bajo tierra.
Sólo no es soterrado el tramo que cruza los Pirineos, que se realiza a través de un túnel de 8,5 kilómetros que transcurre en paralelo a la línea ferroviaria de alta velocidad (AVE). La obra se convierte así en la interconexión eléctrica soterrada «más larga del mundo».
Además, ha supuesto un hito en el aspecto tecnológico, siendo la primera vez en Europa que se utiliza en un enlace eléctrico de esta potencia la tecnología VSC (voltage source converter), con capacidad para convertir de manera rápida la corriente alterna en corriente continua.
Mas proyectos para aumentar la interconexion
A pesar de duplicar la capacidad de intercambio, se seguirá lejos de los objetivos del 10% para el año 2020 y del 15% para 2030, por lo que se está trabajando en más proyectos, indicó Collantes, aprovechando además el impulso que se quiere dar desde Europa a las interconexiones entre la Península Ibérica y el resto de Europa.
A este respecto, se están realizando estudios de viabilidad para un cable submarino que uniría a través del Golfo de Vizcaya el País Vasco y la Aquitania francesa, que se prevén estén concluidos en 2016. Si el proyecto fuera viable, se desarrollaría con vistas a 2020 y supondría una inversión de entre 1.600 y 1.900 millones de euros, añadió Collantes.