«El sector eólico ha perdido 255 millones de euros en el primer semestre como consecuencia de las medidas adoptadas por el Gobierno este año, que son el impuesto del 7 % sobre la generación eléctrica y la modificación a la baja de la retribución de la eólica a raíz del Real Decreto-Ley 2/2013», lamentan los miembros de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) en un comunicado de prensa.
La patronal pone de manifiesto que el sector está al límite por lo que, «si la próxima reforma energética conlleva nuevos recortes para la eólica, se pondría en jaque la supervivencia de un elevado número de parques y de puestos de trabajo».
Con este mensaje, los eólicos refuerzan su estrategia de trasladar al Ejecutivo la delicada situación en la que se encuentra su industria, que «desde principios de año y como consecuencia de las medidas ya tomadas» cuenta con 25 empleos al día menos, «lo que supone un total de 3600 puestos de trabajo perdidos», incide la nota de prensa divulgada.
Además, los miembros de la AEE también subrayan que «se han cerrado nueve fábricas y otras tres se encuentran en fase de suspensión de actividad», según los datos que poseen. Y advierten de que esperan «un impacto en sus cuentas de unos 6000 millones de euros hasta 2020, por lo que solicitan «al Gobierno que tanto el impuesto del 7 % como el Real Decreto-Ley 2/2013 sean de carácter temporal y ligados a la recuperación de la demanda eléctrica, así como que la pérdida de ingresos se compense alargando la vida de las primas eólicas más allá de los veinte años actuales».
Otro de los argumentos con los que la AEE defiende los intereses de sus empresas es que, «a pesar de no ser la culpable del déficit de tarifa, ya ha pagado con estas medidas, por lo que no debería verse afectada por la próxima reforma energética».
«El sector eólico ha crecido siempre de acuerdo a los objetivos y costes que le ha marcado el regulador. De hecho, en 2012 generó el 18 % de la electricidad consumida en España y su retribución total representó solo el 11 % de los costes totales del sistema. Además, los incentivos eólicos españoles están entre los más bajos de Europa (solo los de Suecia, Dinamarca e Irlanda son inferiores)», recuerdan los responsables de la patronal.
Ante esta situación, la AEE considera que el Ejecutivo debería tener en cuenta a la hora de regular «que el sector eólico español es uno de los pocos en los que España es líder mundial, además de un ejemplo de modelo productivo por sus patentes tecnológicas, sus exportaciones de tecnología de vanguardia y sus empleos altamente cualificados, sin olvidar su aportación a la independencia energética y la seguridad de suministro, entre otras cosas».
Para reforzar su posición, los representantes de la industria eólica aportan una serie de datos de interés, como que en el primer semestre de 2013 su tecnología fue la primera del sistema al asumir un 22,59 % de la generación total. «Los parques eólicos han producido 29 933 GWh en los seis primeros meses, un 20,2 % más que en el mismo periodo del año anterior. De hecho, ya son ocho los meses consecutivos en los que la eólica ha sido la tecnología que más electricidad ha aportado a los españoles», subraya el comunicado publicado en la página de Internet de la Asociación.
«Gracias a la eólica, España se ahorró 1560 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles y se evitó la emisión de 12 millones de toneladas de CO2 en los seis primeros meses del año. Por todo ello y porque lo que está en juego es la permanencia del sector en España, así como miles de empleos, AEE considera que hay razones suficientes para que el sector eólico no se vea afectado por nuevos recortes. Por otro lado, AEE advierte de que el ahorro esperado por el Gobierno a través de la instalación de 600 MW eólicos en Canarias solo se materializará si la retribución que se fija para los nuevos parques de las islas es razonable y suficiente», concluye el comunicado.