Fuente: Expansión
La compañía sueca se ha propuesto hacerle la competencia a Tesla al ‘estilo Ikea’: con el mínimo coste indispensable y de la manera más sencilla posible.
Ikea se marcó hace unos años el objetivo de convertirse en una compañía ‘verde’ y energéticamente independiente en 2020. Para conseguirlo, no ha dudado en invertir más de 1.000 millones de euros en fuentes ‘limpias’ y ha instadado unos 700.000 paneles solares en sus establecimientos para que pudieran autoabastecerse. Ahora ha encontrado un nuevo y emocionante propósito: llevar esta revolución renovable a todos los hogares y hacerlo al ‘estilo Ikea’, es decir, con el mínimo coste indispensable y de la manera más sencilla posible.
Con esa misión en mente, la compañía ha llegado a un acuerdo con el fabricante británico Solarcentury para empezar a vender kits compuestos por paneles solares y baterías domésticas destinadas al autoconsumo en Reino Unido. Los packs más pequeños requieren únicamente unos 10 metros cuadrados de tejado para su puesta en marcha.
La firma ya había vendido estos paneles en los Países Bajos o Suiza, e hizo un pequeño ensayo en Reino Unido hace años, pero es la primera vez que se atreve con este sistema de almacenamiento energético, una pieza clave para lograr un abastecimiento pleno (filosofía que también comparte Tesla con su Powerwall).
Además, Ikea permite a sus clientes adquirir estas baterías individualmente para complementar una instalación preexistente y asegura que, aparte de acumular el exceso de energía que se genere para que no se desaproveche, contar con una de ellas en su hogar también ofrecerá a los usuarios la posibilidad de revender dicho excedente a la red eléctrica británica, eso sí, a un precio inferior al del mercado.
La compañía sostiene que, gracias a esta apuesta por las renovables a nivel doméstico, los hogares de Reino Unido podrán recortar a la mitad sus facturas eléctricas (lo que supondrá un ahorro de unas 350 libras al año). Eso sí, su instalación conlleva un coste de casi siete mil libras -con una garantía de 25 años incluida en el precio-, por lo que estiman que recuperar la inversión inicial requerirá más de una década.
Para ayudar a los británicos que estén pensando en pasarse al lado ‘verde’, Ikea ofrece una calculadora online en la que podrán valorar si merece la pena ese desembolso en función de las características de su vivienda (tamaño del tejado, orientación?, etc.) y de la zona en la que residan.
No es la primera vez que Ikea se atreve a ampliar su catálogo y salirse de su stock habitual de mobiliario y decoración. Sin ir más lejos, hace unos meses sacó a la venta su propia familia de bombillas inteligentes, su segunda incursión en el mundo de los smart homes tras el lanzamiento de sus muebles con carga inalámbrica incorporada en 2015.