Entrevista a José Manuel Soria en Expansión
Sin titubeos, directo y contundente. Así se mostró ayer José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, al referirse a la nueva ley de energía que el Gobierno tendrá lista en otoño y que «no gustará a las empresas». El ministro asegura que «el consumidor no puede ser siempre el perjudicado». El objetivo de Soria es poner fin al déficit de tarifa eléctrico, «un problema difícil sin una solución fácil».
Soria se mantiene firme en el proceso de reformas energéticas que ha emprendido, a pesar de que es consciente de que los ajustes están siendo dolorosos para las empresas y de que los que están por venir tampoco van a resultar agradables para ninguna de ellas, sean eléctricas tradicionales, grupos de renovables o compañías de otras energías de régimen especial.
«Las medidas no van a gustar a las compañías”, anticipa Soria en una entrevista con Expansión, de la que hoy se publica un primer extracto. En ella, el ministro explica que está previsto que el nuevo paquete de medidas se apruebe antes de julio en el Consejo de Ministros, posiblemente a través de un real decreto ley y un proyecto de ley, de manera que este, tras su tramitación parlamentaria, sea efectivo «en septiembre o a lo largo de otoño».
El objetivo de Soria es poner fin al déficit de tarifa eléctrico, el agujero que se crea en el sector porque los ingresos no cubren los costes. El ministerio de Industria está decidido a actuar sobre las empresas, porque «el usuario ya ha ido asumiendo parte del ajuste» [vía subida de tarifas en los últimos años] y «el consumidor no puede ser siempre el perjudicado».
«Tenemos que actuar sobre los costes regulados», explica. Es decir, sobre lo que se paga a las eléctricas como Endesa, Iberdrola o Gas Natural por sus redes de distribución, lo que percibe Red Eléctrica por la alta tensión y lo que reciben otras empresas de renovables y régimen especial en concepto de subvenciones.
«Sin solución fácil»
Soria es consciente de que el déficit de tarifa es «un problema difícil, sin una solución fácil», que se ha agravado por el exceso de capacidad de generación instalada, en un momento de escasa demanda y con una estructura de mercado muy concentrada. «Desde 2005 hasta ahora, la potencia instalada ha crecido un 40%; ahora hay un exceso del 60% en horas punta. Además, el consumo eléctrico en 2012 fue igual que en 2005».
El ministro explica que «con la liberalización, hay más operadores, pero los cinco primeros copan el 70% de la generación o el 95% de la distribución».
Aunque el precio de la electricidad en el «pool» (el mercado mayorista) «está en los niveles europeos, los costes regulados se sitúan por encima, y hay que actuar sobre ellos», comenta el ministro.
En este proceso, Soria no teme una avalancha de recursos judiciales. «No conozco ninguna empresa, sea la que sea, que no recurra una medida que no le gusta; tiene derecho a recurrir». Y se siente confiado en las capacidades jurídicas del Gobierno para hacer frente a la batalla legal. «Tenemos informes favorables [a la reforma] de la abogacía del Estado».
El ministro aprovecha para mandar un mensaje a los fondos internacionales que han asegurado que las reformas suponen inseguridad jurídica y preparan arbitrajes. «Deben saber que las legislaciones no son pétreas».
Con todo, Soria confía en que las empresas terminarán asumiendo que las reformas son, a medio y largo plazo, mejor para ellas que la alternativa. Se evitará el riesgo de que llegara un momento en el que «no se pudiera titulizar» [financiar] todo el déficit de tarifa. En esto, el ministro envía un mensaje de tranquilidad a las eléctricas, que han temido la posibilidad de que el Gobierno decretara una quita al déficit de tarifa que tienen pendiente de cobro: «La quita no se ha contemplado», dice. Y les hace un guiño en otros frentes, como el de Garoña. Soria reconoce que Industria «está teniendo conversaciones para que esta nuclear siga funcionando». Endesa e Iberdrola han anunciado su cierre por el impacto de las reformas, que la hacen inviable. Las eléctricas estarían dispuestas a continuar con la central si se ampliara su vida útil. «Estamos dispuestos a hablar», dice Soria.
Un canario en la Península
José Manuel Soria (Las Palmas de Gran Canaria, 1958) es máximo responsable del PP canario desde hace más de una década. En diciembre de 2011, fue nombrado ministro de Industria, Energía y Turismo con el Gobierno de Mariano Rajoy. Pronto se convirtió en uno de los hombres fuertes, con muchos frentes abiertos, entre los que destacan la reforma energética y la reactivación de la economía con el turismo como motor. Ante la pregunta sobre si sus futuras aspiraciones políticas se centran en Canarias o en el Gobierno central, contesta que está «a lo que disponga» el presidente.