Fuente: El Periódico de la Energía
El pasado otoño daba indicaciones de que la gripe nuclear se volvería a instaurar en Europa. En este caso, además de Francia, se sumaba Bélgica con demasiados reactores parados, concretamente, seis de los siete que tiene operativos.
Pero en ambos países llevan meses trabajando para evitar problemas de suministro eléctrico cuando llegara el frío invierno. Y ese frío ha llegado y las noticias no pueden ser mejores para los belgas y franceses ya que no sufrirán problemas de suministros ni cambios en las conductas de consumo para sobrellevar el frío.
Y es que tanto Bélgica como Francia han dejado atrás la gripe nuclear. Según el portal Montel News, Bélgica ya no está amenazada por una escasez de electricidad a pesar del pronóstico de frío en las próximas semanas, dijo la ministra de Energía del país, Marie-Christine Marghem.
“La situación es tranquilizadora”, dijo y agregó que la caída en las temperaturas esperada en la segunda mitad del mes no debería afectar la seguridad del suministro.
Bélgica tenía en noviembre a seis de los siete reactores nucleares parados. Pero en diciembre se conectó el reactor nuclear Doel 4 con 1 GW de capacidad y este primero de enero también entró en el sistema eléctrico belga el reactor Tihange 3, con otro gigawatio.
Pero no solo con eso es suficiente. Está previsto que ahora en enero también entre en funcionamiento el reactor Doel 2 con 466 MW de potencia y a ello habría que sumar una nueva línea de interconexión con Reino Unido de 1 GW que se conectaría a finales de febrero.
Con todo ello, Bélgica seria capaz de aguantar sin problemas el invierno y no sufrir apagones.
Por su parte, Francia también está trabajando para mejorar la seguridad nuclear de sus centrales. Ya ha finalizado la revisión de todo su parque nuclear debido a los problemas de los componentes creados en la forja de Creusot. La ASN ha finalizado la revisión y ha dado el visto bueno a 53 de los 58 reactores, una amplia mayoría.
Ahora, hay cinco reactores que a partir de ahora van a estar parados para poder rematar los trabajos que hagan falta, pero sin duda se trata de una óptima noticia para los intereses nucleares franceses, que solo cinco reactores se mantengan en revisión.
Por tanto, deja atrás Francia su mayor problema en materia de seguridad nuclear, un problema que se inició en el otoño de 2016, que tuvo su peor capítulo en el invierno de 2017 con una gripe nuclear y la mitad del parque parado y que trajo verdaderos problemas de seguridad de suministro. Tanto fue así que se vieron precios altísimos en esa época por toda Europa.
De esta manera se dice adiós a la tensión creada en los mercados eléctricos por la gripe nuclear. Al menos, de momento.