El presidente de Red Eléctrica de España (REE), José Folgado, aseguró ayer en su discurso ante los asistentes a la jornada técnica sobre el sector eléctrico convocada por Unidad Editorial que su compañía tendrá un papel esencial y de liderazgo en las profundas transformaciones que se avecinan en el sector eléctrico nacional. Estas transformaciones tendrán como protagonistas principales el desarrollo de las superredes, los contadores inteligentes, el autoconsumo o balance neto, las baterías de alta capacidad para el almacenamiento de la energía, el coche eléctrico, la automatización de las redes de distribución y un creciente peso de las renovables en la generación energética, adelantó el directivo.
Todas estas innovaciones cambiarán de forma radical los hábitos de consumo, distribución y producción de electricidad, y será en este nuevo escenario donde será fundamental la capacidad y eficiencia del transportista y operador del sistema. En el caso concreto del vehículo eléctrico, el presidente de REE indicó que el sistema puede integrar ya en la actualidad un elevado número de vehículos sin inversiones adicionales, especialmente si se gestiona su demanda eléctrica de manera inteligente.
Este nuevo entorno irá acompañado de un proceso de mayor electrificación del país a ojos del presidente de REE, que explicó que la electricidad es el único vector energético en la actualidad que, año tras año, incrementa su peso en el balance energético de España. Para Folgado, la electricidad no solo será el combustible del siglo XXI (igual que lo fue el carbón en el XIX o el petróleo en el XX), sino que puede desempeñar en nuestro país un importante papel en la reducción de la dependencia energética y en el equilibrio de nuestra balanza comercial.
En cuanto a la reciente reforma energética emprendida por el Gobierno, Folgado explicó que los ajustes aplicados a la compañía en 2012 y 2013 han ascendido a más de 500 millones de euros, un 18 % del total de su retribución en estos dos ejercicios.
Según sus palabras, «lo fundamental de esta reforma es que aborde la estabilidad del sistema sin caer en su parálisis, garantizando la seguridad y calidad de suministro, con un modelo retributivo estable y un adecuado ritmo inversor».
Sobre este último punto, el máximo responsable del gestor técnico del sistema eléctrico nacional aseguró que las inversiones no se deben circunscribir al ciclo económico, sino que su efectividad exige acomodarlas a los grandes objetivos de política energética, con visión a largo plazo. En este sentido, recordó que la profunda transformación que el sector eléctrico ha tenido en España en los últimos treinta años no habría sido posible sin el desarrollo de la red de transporte que REE ha protagonizado y que se ha centrado en el mallado de la red, la evacuación de la energía producida por fuentes de origen renovable y las interconexiones internacionales.
Por último, el máximo ejecutivo de REE hizo hincapié en la apuesta de su compañía por el impulso de las interconexiones internacionales en los próximos años hasta alcanzar el 10 % de la potencia instalada, según el compromiso europeo alcanzado en Barcelona en 2002 y que dista de estar cumpliéndose por las autoridades comunitarias.