FUENTE: El Periódico de la Energía
Las centrales de Compostilla y Andorra, ambas de Endesa, entre las candidatas al cierre.
El flujo creciente de fuentes de energía renovables como la eólica y la solar está echando fuera del mercado a las térmicas de gas y carbón mucho más rápido de lo que los analistas y los expertos del sector creen. Según un informe de UBS, el ritmo de cierres en los dos últimos años se ha acelerado a pesar de que el crecimiento de las energías limpias se ha estabilizado y, en algunos países, ha sufrido una desaceleración.
De acuerdo con sus datos, alrededor de 70GW de carbón y ciclos combinados de gas se han cerrado en los últimos cinco años, y el ritmo es cada vez mayor, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico, en donde se refleja que solo en los dos últimos años se han cerrado plantas con una potencia instalada de 55 GW.
Y según el informe la cosa no va a quedar ahí. La combinación de la reducción de la demanda y la adición de más potencia renovable en los próximos dos años, forzará el cierre de al menos 24GW de capacidad térmica de carbón y gas. Y existe el riesgo de que sean bastantes más. De acuerdo con lo que dice el informe, casi la mitad de los 260 GW de carbón y ciclos combinados de gas existentes hoy día en Europa tienen un flujo de caja negativo o, lo que es lo mismo, no ganan lo suficiente para cubrir los gastos básicos.
Siguiendo el razonamiento lógico de los analista del banco suizo, Europa puede cerrar en los próximos dos o tres años, un total de 127 gigavatios de carbón y gas. Como queda reflejado en el siguiente gráfico, muchas de estas plantas se encuentran en Alemania, que sigue liderando la penetración de generación renovable en el Viejo Continente. Pero también tienen una cantidad de plantas significativa en riesgo mercados como los del Reino Unido, Francia y España, según recoge el portal de energía australiano Reneweconomy.
España: 11GW en riesgo
En el caso español, hasta un total de 11GW de centrales térmicas de gas y carbón no les salen las cuentas y se pueden ver abocadas al cierre antes de lo previsto. El Gobierno español está haciendo lo indecible para no soliviantar los ánimos en pleno proceso electoral. Hace escasas fechas Industria presentó a la minería y a las eléctricas el borrador del nuevo mecanismo de ayudas a la industria minera. Un sistema que estaría basado en una especie de pagos por capacidad a aquellas centrales térmicas que realicen una serie de inversiones en la desnitrificación de las plantsa, con la cual emitirán menos gases contaminantes a la atmósfera.
El nuevo mecanismo de ayuda, que no ha gustado ni a unos ni a otros, necesita el beneplácito de Bruselas, y el Ministerio de Industria ya ha comenzado a negociar con la Comisión Europea para que le dé el visto bueno, aunque existen serias dudas de que pueda lograrlo. Tal y como informó El Periódico de la Energía, la Comisión Europea investigará los mecanismos de capacidad con el criterio de que las ayudas sólo se concedan por estrictas cuestiones de seguridad de suministro y no por no ser rentables.
Según ha podido saber este periódico, las eléctricas están haciendo alegaciones porque con el nuevo mecanismo no salen los números y si esto es así, muchas instalaciones podrían cerrar sus puertas. Las más serias candidatas a ello, como fuentes del sector han reconocido a este periódico, son las centrales de Compostilla y de Andorra (Teruel), ambas de Endesa. La primera data de principios de los años 50 del siglo pasado y tiene una capacidad de 1.341 MW, mientras que la de Andorra arrancó en 1981 y tiene 1.101 MW de potencia.
A éstas se sumarán otras y también algunos ciclos combinados. El Ministerio de Industria, escudándose en las incertidumbres del mercado, ha dejado para mejor momento la regulación sobre la hibernación de los ciclos combinados de gas. ¿Para cuándo? Vaya usted a saber, pero el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ya ha anticipado que al menos pasarán tres años para despejar las incógnitas sobre la demanda.
Ayer, al término de la Junta de Endesa, su consejero delegado, José Bogas, al ser preguntado por el futuro de los ciclos combinados indicó que “dada su escasa utilización, o se clausuran o se saca adelante el proyecto de hibernación (cierre temporal) en el que ha estado trabajando el Ministerio de Industria”. De momento la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) ha dado su visto bueno al cierre del ciclo de combinado de Iberdrola en Castellón, y Red Eléctrica también ha i formado favorablemente el cierre del ciclo de Endesa en Huelva. E.ON también ha solicitado el cierre del ciclo que posee en Tarragona, y la CNMC también gha dado su visto bueno a Endesa para al cierre de la térmica de Foix.
La utilización de los ciclos combinados está bajo mínimos y la presión para el cierre o la hibernación es muy grande. La lista de peticiones de cierre en España, como predice el informe de UBS, irá engordando más pronto que tarde. El informe señala que los políticos europeos tendrían que ponerse de acuerdo para sacar adelante los pagos por capacidad, ya que el coste, en su opinión, sería relativamente pequeño, del orden de los 1.000 millones al año.
El debate está servido. El gobierno de Angela Merkel está siendo sometido a una fuerte presión para introducir los pagos por capacidad, pero se resiste, al igual que la CE. UBS advierte de que si se cierran los 127 GW en riesgo, se podría correr el peligro de dejar al sistema en un equilibrio precario y con una capacidad insuficiente para dar respuesta a los picos de la demanda. Pero finalmente cree que es improbable que eso ocurra porque aunque se cerraran los 125 GW el mercado se reequilibraría rápidamente.
Las estimaciones de UBS para las distintas fuentes de energía se recogen en el siguiente cuadro en donde queda patente que el gran recorte se verificará el las térmicas de carbón.