Fuente: El Periódico de la Energía
Jarro de agua fría de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, al sector de la industria petrolífera española. Durante su intervención en la jornada organizada por el 25 aniversario de creación de la patronal del sector, AOP (Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos), Ribera ha señalado que pese “a que ha sido encomiables el esfuerzo realizado por el sector durante los años de la crisis económica, los millones destinados a la mejora y a la reducción de todo tipo de contaminantes, es el tiempo de pensar en un futuro de cero emisiones”.
Y solo es el principio. El enfado del sector es evidente. “Nuestro sector se ha caracterizado en los últimos 25 años por la liberalización y el progreso”, ha dicho por su parte el presidente de AOP, Luis Aires, “con una amplia variedad de oferta, el plomo ha desaparecido, el contenido de azufre se ha reducido en un 99% (solo tiene 10 partículas por millón), procesamos aceites vegetales, desarrollamos aditivos que aumentan la eficiencia de los combustibles, producimos asfalto y proporcionamos materias primas para productos petroquímicos que nos acompañan día a día”.
Sin embargo, ha recordado que si el presidente Pedro Sánchez pide ser valientes en la lucha contra el cambio climático, “nuestra industria es valiente pero también es sensata. No nos asusta competir, pero la prohibición de nuevos vehículos de combustión interna no es una medida sensata, sino que socava los principios de progreso, restringe la libertad de los consumidores y de las empresas, crea una incertidumbre innecesaria, que pone en riesgo su viabilidad”.
“No se puede obviar de que tenemos que realizar un recorrido que de viabilidad del planeta, que pasa por sendas que acompañen a decisiones estratégicas”, ha recordado Teresa Ribera, “aunque supongo que se puede mejorar la producción y que en el futuro se podrán responder a interrogantes actuales: ¿Será posible que se pongan en marcha sistemas de almacenamiento y captura de CO2? ¿para polímeros? ¿es posible la reconversión del sector? Aún donde existen soluciones técnicas pueden ocurrir alternativas en ese proceso”.
“Las palabras son más baratas que los actos”, ha dicho Pedro Miró, CEO de Cepsa, “la ministra ha venido a escucharnos pero ahora que estamos hablando entre nosotros ¿de qué sirve? Ya lo hemos hablado mil veces, ¿qué sería del campo de Gibraltar, de las comarcas de Tarragona y de otras zonas de España sin nuestras refinerías? ¿qué pasaría con las zonas portuarias sin nuestro sector? Esto lo tenemos que decir con total claridad”.
“Cumplimos con la capacidad de innovación, de manejar hidrógeno, de captura y almacenamiento de CO2, financiera, regulatoria…” añade Miró.
Fin del diésel e infraestructuras de recarga
Uno de los puntos calientes no solo está en la prohibición de los diésel en 2040 y 2050, sino en la obligación de instalar puntos de recarga en las estaciones de servicio, “¿quién va a asumir ese coste”, advierte Aires, “¿se va a generar un nuevo déficit de tarifa con tecnologías no competitivas?”. También se quejaba de las altas sanciones que supone no cumplir con una obligación que a día de hoy considera que no es una tecnología madura y que no responde a las necesidades actuales de mercado.
“El 60% del parque automovilístico actual tiene más de diez años, con la prohibición de los diésel se está provocando un retraso en la decisión de compra de los consumidores, lo que agravará el problema de las emisiones de gases de efecto invernadero”, añade el presidente de AOP, “ahora los diésel E6 emiten un 25% menos de NOx que esos coches de más de diez años, además existen otras alternativas como son el GLP, los vehículos a gas, los híbridos… que también ayudarían y contribuirían a esa rebaja de las emisiones, ¿por qué no se incluyen estas tecnologías como opciones para el futuro?”.
“Yo creo que lo que estamos discutiendo es cómo facilitar una transición que se está iniciando a gran escala” ha explicado Teresa Ribera a preguntas de este diario, “hay sectores especialmente vulnerables, agroganadero, que tenemos que acompañar el transporte terrestre y marítimo y de cambio de combustibles líquidos a gas. Por eso, es importante esa propuesta de limitar esas subvenciones a los combustibles fósiles teniendo presente ese componente de transición energética. Con respecto al papel de la AOP, creo que es un sector enormemente cualificado desde el punto de vista técnico y financiero a escala mundial, y que todavía tiene un recorrido de unos años en la venta de combustibles líquidos para automoción, pero también vemos cómo van diversificando su negocio entrando a otros ámbitos energéticos, buscando otras alternativas que les permitan ir acompasando esta transición”.