Los responsables de Endesa calculan que las medidas aprobadas por el Gobierno español en 2012 para atajar el déficit de tarifa supondrán un impacto de 1.300 millones de euros. En cualquier caso, consideran «alcanzable» lograr el objetivo de déficit tarifario cero para 2013 y que las últimas decisiones adoptadas por el Ejecutivo van «en la dirección correcta».
Sin embargo, se lamentan por el hecho de que se haya «vuelto a penalizar a la generación convencional en lugar de aliviar su actual situación crítica», aseguran en una presentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En el documento se asegura que las centrales de carbón se ven obligadas a producir en pérdidas, «en tanto en cuanto cumplen una función de servicio público», y critica que los ciclos combinados recibirán menores pagos de capacidad pese a ser el respaldo de las renovables.
En opinión de sus directivos, la retribución de la actividad de distribución ha disminuido «retroactivamente» por debajo de un nivel de «rentabilidad razonable».
En la presentación, desde Endesa explican que los recortes a la distribución y a los pagos por capacidad le han restado 300 millones de euros, mientras que la menor retribución de la generación en las islas conlleva un caída de los ingresos de 100 millones.
Los nuevos impuestos a la generación, que entraron en vigor el pasado 1 de enero, supondrán para la empresa otros 900 millones de euros, tal y como prevén los representantes de la eléctrica que preside Borja Prado, que critican que estas medidas han tenido un impacto financiero «importante y discriminatorio» en las «utilities» tradicionales.
En cuanto al real decreto ley aprobado en febrero, que incluye cambios en la retribución a las renovables y a otras actividades reguladas, desde Endesa estiman que tendrá un impacto de entre 600 y 800 millones en el conjunto del sector.
En lo referente a la orden de peajes para 2013, destacan el reconocimiento de 74,2 millones de euros en concepto de incentivos a mejoras en la calidad del servicio de distribución y que la suficiencia de ingresos se alcanza gracias a la contribución del Estado con un crédito extraordinario de 2.200 millones y la asunción de los costes extrapeninsulares.
En cualquier caso, para la compañía integrada en la estructura de la italiana Enel, las últimas medidas regulatorias van en la «dirección correcta» y el avance de la titulización (conversión en deuda negociable) del déficit de tarifa es «clave» para la sostenibilidad del sistema.
Respecto a 2013, sus directivos calculan registrar unos resultados operativos «estables» en España y Portugal, a pesar del impacto negativo de los cambios en la regulación y las débiles condiciones del mercado.
Cabe apuntar que el año pasado la eléctrica ganó 2.034 millones de euros, el 8 % menos que en 2011, una caída que la compañía achaca a los recortes en la remuneración de actividades reguladas aplicados por el Gobierno. También influyó en las cuentas de la energética el menor margen de generación en Chile, que se debió a la menor utilización de las centrales hidroeléctricas.