Fuente. Cinco Días
Las empresas energéticas, muy especialmente las gasísticas, recibieron ayer un fuerte varapalo en Bolsa tras conocerse las propuestas de metodología de la CNMC para calcular las tasas de retribución financiera de sus activos regulados (redes). Según adelantó ayer CincoDías, los borradores de circulares que incluyen dichas fórmulas fueron visados la semana pasada por el pleno del consejo del organismo para someterlos a consulta pública y se traducen en un recorte de la retribución de las redes de gas de entre el 30% y el 40% (desde una tasa, explícita e implícita, del 10% al 7%, aproximadamente). Las de las líneas eléctricas bajan en menor medida, del 6,5% al 5,4%.
Pese a la expectación generada, la CNMC ha optado por no enviar sus propuestas de circulares a las afectadas para sus alegaciones hasta el fin de semana, periodo de inactividad del mercado. Pretende así evitar un castigo que, en cualquier caso, ya se les infligió ayer.
Desde enero, el organismo tiene la potestad de establecer la metodología de retribución de las actividades reguladas y de fijar los peajes o tarifas de acceso, que se revisan cada mes de enero (hasta ahora, a través de una orden ministerial).
Se calcula que el recorte para las distribuidoras, principalmente, Nedgia (filial de Naturgy), Redexis o Madrileña de Gas, que reciben vía peajes unos 1.400 millones anuales, podría ascender a unos 400 millones. En el caso de Enagás, cuyos ingresos superan los 800 millones, el tajo será proporcionalmente alto, ya que es una compañía más pequeña que dichas distribuidoras, propiedad además en grupos energéticos integrados.
Pese a las críticas sobre un posible complot de la mayoría del consejo; de su presidente, José María Marín y del director de Energía, Fernando Hernandez , nombrados con el Gobierno del PP y que abandonarán sus cargos en septiembre, lo cierto es que la posición de la CNMC viene de lejos.
En los distintos informes de 2017 y 2018 sobre la situación financiera de las empresas reguladas, quedaron claras sus recomendaciones de retribución de las redes al entonces Ministerio de Energía. Informes aprobados por la Sala de Regulación, que encabeza la vicepresidenta, María Fernández, y no el presidente del organismo.
En el correspondiente al transporte de electricidad (de abril de 2018), alertaba que en la base de activos de REE sobre los que se calcula la tasa de rentabilidad había muchos amortizados. La CNMC concluía que el marco retributivo fijado con la reforma eléctrica de 2013 “había sido favorable al transporte por la diferencia entre el valor de la base regulatoria de activos (..) y el inmovilizado neto contable a dicha fecha”, debido en buena parte “a activos puestos en servicio antes de 1998”, esto es, amortizados. Y pedía que en el siguiente periodo regulatorio se dejasen de retribuir “en aras de cumplir con los principios fijados en la ley y, en particular, de realizar una actividad “de bajo riesgo, al menor coste para el consumidor”.
Otro tanto sostenía sobre la distribución de gas en un informe de diciembre de 2017: “los activos incluidos en el balance de las distribuidoras en 2000 (con una vida regulatoria de 20 años) habrá más que recuperado el valor de la inversión en 2020. Por tanto, “la nueva metodología debe describir en qué medida se han amortizado y cómo ha aumentado el valor de inversión a retribuir por la expansión ocurrida desde 2000”,
En cuanto a la bajada de la remuneración a la distribución eléctrica y el transporte de gas (red troncal de gasoductos), está relacionada no con activos amortizados, sino con el cambio de la fórmula para fijar la tasa de rentabilidad: se hará aplicando el WAAC (coste del capital) y no, como hasta ahora, la rentabilidad de la deuda pública.