El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, explicó ayer en su comparecencia ante la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados que el Gobierno trabaja en hacer una reforma eléctrica «en profundidad», con el objetivo de abaratar costes y «dar una salida definitiva» al déficit de tarifa. Para ello, se están «intentando analizar» posibles «economías de escala», adelantó el responsable público.
El «principal bien a proteger» con esta reforma integral es la «viabilidad del sistema» eléctrico español con «los menores costes posibles y un “mix” rico de tecnologías», aclaró el directivo. Asimismo, recalcó que antes del 30 de junio se elevará al Consejo de Ministros una propuesta de reforma que «permita dar una salida definitiva» a la deuda ex ante, cuya solución se busca para aportar la estabilidad financiera necesaria al sistema, lo que previsiblemente redundará en una estabilidad regulatoria. «Sin una estabilidad financiera, no habrá estabilidad regulatoria», apostilló Nadal.
Por ello, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo trabaja en «una revisión en profundidad de todas y cada una de las partidas del sistema, entre ellas las primas al régimen especial, los costes de distribución y transporte, los sistemas insulares y extrapeninsulares y las ayudas al carbón», así como en «buscar economías de escala con capacidad de ahorro y de generar sinergias del sistema», aunque no precisó cuáles. No obstante, señaló que podría hacer «ligeros cambios retributivos para aligerar costes».
Hay que «actualizar los mecanismos del mercado»
Otro de los asuntos que avanzó ayer en su intervención ante la Cámara Baja fue la necesidad de «actualizar» los mecanismos de mercado, porque se remontan a 1998 y ya ha llegado el «momento de revisarlos» y aplicar «ventajas tecnológicas, tales como el acortamiento de plazos» para hacerlos más «eficientes y conseguir una reducción de costes».
En ese sentido, apuntó que el mercado eléctrico está «envejecido» porque desde 1998 «se han introducido elementos nuevos que antes no existían», como las renovables.
España tiene un sistema eléctrico diferente al de otros países porque carece de fuentes autóctonas y está «aislado» del resto de Europa, pese a las buenas conexiones existentes con Portugal, mientras que las desarrolladas con Francia aún son «insuficientes».
Dada esta particularidad de nuestra situación «dependiente y aislada», requerimos de un “mix” energético compensado entre todas las fuentes disponibles. El sistema «ha estado a la altura de las circunstancias hasta ahora y desde una perspectiva general», aseguró. Pese a ello, reconoció que tiene «puntos débiles» e, incluso, desde el punto de vista financiero es «delicado», porque existe un «desequilibrio importante» entre ingresos y gastos.
Sin las medidas tomadas por el Gobierno, algunas de las cuales «se iniciaron en la legislatura pasada», se hubiera generado un déficit estructural el año pasado que rondaría los 9.000 millones de euros y, sin embargo, se situó en el entorno de los 4.000 millones de euros. Este será paliado por las nuevas medidas que «no son permanentes», con el fin de evitar los desequilibrios, adelantó Nadal.
No obstante, la situación sigue siendo «delicada» y requiere medidas adicionales, a la vista precisamente de que algunas de las novedades normativas son solo temporales, entre ellas el crédito extraordinario de 2.200 millones de euros al sistema eléctrico con cargo a las Presupuestos Generales del Estado.
El objetivo es conseguir «una reducción de costes para mejorar la eficiencia», que pasa por la «revisión de las partes reguladas» del sistema eléctrico, pero también por hacerlo de forma que las subidas del recibo sean «las menores posible para el consumidor doméstico e industrial».
Para encontrar la solución al déficit hay que lograr un «equilibrio» entre los distintos actores. Por ello, «todas y cada una de las partes del sistema tendrán que hacer una aportación», explicó, aunque dejó claro que habría que definir «cuál debe ser la aportación del sector público al sistema eléctrico».
En este sentido, abogó por repartir las cargas de forma equitativa, teniendo en cuenta que los clientes y los contribuyentes son las mismas personas, y también se mostró favorable a reconocer la importancia de los precios de la energía para la competitividad del país.
Causas del déficit, ciclos combinados, carbón e interconexiones
Por otro lado, citó el exceso de inversiones, los incentivos para tecnologías inmaduras y la falta de traslación de costes a la factura eléctrica como las causas del déficit, y defendió el papel de respaldo de los ciclos combinados de gas, pese al «sobredimensionamiento» del sistema gasista.
Respecto al carbón nacional, dijo que es la «única fuente» autóctona y, por tanto, un activo estratégico «que no se puede perder». Actualmente, se está en proceso de negociación con los actores implicados para crear un «nuevo marco lo antes posible», añadió. Además, defendió la ley para mejorar la competencia y reducir los costes eléctricos en las islas, Ceuta y Melilla.
Así, apostó por «evaluar y aprobar el mayor numero de interconexiones que sean económicamente viables» para, en la medida de lo posible, integrar completamente el sistema eléctrico balear y el ceutí en el peninsular, así como por agrupar las diferentes islas canarias para crear sistemas mayores.
Industria no negocia «nada» sobre Garoña
En cuanto a la polémica vigente acerca del futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña, el secretario de Estado de Energía explicó que el Ministerio «no está negociando nada» con las empresas sobre la continuidad de los reactores atómicos, si bien en el caso de la instalación burgalesa ha puesto «los medios adecuados», de tipo «legislativo y reglamentario», para permitir su continuidad.
Durante su intervención en el Congreso, Nadal recordó que Garoña depende de una empresa privada y que su continuidad debe ser una decisión de sus propietarios, esto es, de Nuclenor, participada por Endesa e Iberdrola. Y trasladó a los presentes que el Gobierno considera la central «un activo esencial», al tiempo que reconoció que «al sector no le ha gustado» la imposición de tasas a la actividad nuclear incluida dentro de las medidas para acabar con el déficit de tarifa.
Como conclusión, el secretario de Estado puntualizó que la normativa tendrá que ser «flexible» y sujeta a revisiones periódicas, al tiempo que «avanzó» que se materializará en un proyecto de ley en el que se recogerán sus elementos básicos y que después será desarrollado a través de reales decretos y órdenes ministeriales.
La reforma también regulará el autoconsumo eléctrico, aunque Nadal advirtió que, por «sentido común», quienes instalen este tipo de equipos tendrán que sufragar los correspondientes costes de conexión a la red, ya que contarán con ella para garantizar su seguridad de suministro.