Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, anunció durante la Junta General de Accionistas celebrada la semana pasada en Bilbao que considera que el decreto ley que el Gobierno aprobó en febrero pasado «da una probabilidad razonable, como no ha existido nunca en el pasado» de resolver el déficit de tarifa, una deuda que supera ya los 28.000 millones de euros. Además, esta normativa «establece las bases para contar con un sistema de regulación estable, transparente y predecible», añadió el máximo ejecutivo de la eléctrica. Y ello aunque el recorte de las primas a las renovables le va a costar a su compañía más de 100 millones de euros, especialmente en el negocio eólico.
Galán insistió en su mensaje de apoyo a las reformas emprendidas por el actual Ejecutivo en la materia que, a su juicio, «están empezando a dar sus frutos», ya que aprecia señales de recuperación en la economía nacional y en que España está recuperando credibilidad y confianza en los mercados financieros. A este respecto, aseguró ante los accionistas congregados en la capital vasca que «España comienza a recuperar su atractivo como destino de inversión», aunque prevé que 2013 será todavía un año de «transición hacia la recuperación». En cualquier caso, Galán afirmó que confía en que esas reformas tengan un impacto positivo sobre el empleo a partir de la segunda mitad de 2014, y con más énfasis en los años siguientes.
En cuanto a la apuesta de Iberdrola a corto plazo, explicó que prevé invertir en el trienio 2012-2014 un total de 12.300 millones de euros en proyectos enfocados especialmente a los negocios de redes y renovables, en España y Reino Unido, que serán los principales destinatarios, además de Estados Unidos, Brasil y México. Dicha cifra es algo superior a la que el propio Galán indicó el pasado octubre en Londres, cuando avanzó el plan estratégico de la empresa para ese periodo. Entonces situó la cifra en 10.500 millones.
Por otra parte, el presidente de la «utility» nacional destacó que su grupo ha mantenido sus resultados y el dividendo al accionista desde hace cinco años a pesar de la crisis -«una de las pocas compañías del sector en Europa» que ha podido hacerlo, subrayó-, y espera repetirlos este año y los próximos. Cabe recordar que Iberdrola logró el año pasado un beneficio neto de 2.840,7 millones de euros, un 1,3% más que en 2011.
Este comportamiento ha sido posible gracias a la favorable evolución de su negocio internacional, que ya representa un 70% del total, cuyo beneficio neto mejoró un 35% hasta alcanzar los 1.979 millones. Asimismo y tras reducir la deuda en 1.400 millones, la eléctrica ha establecido como objetivo para 2014 que este concepto se sitúe en los 6.000 millones, hasta dejar el global en los 26.000 millones. En ese marco se sitúa el plan, ya adelantado, de desprenderse de activos por 2.000 millones de euros en los negocios y países no estratégicos para el grupo.