LGO, la empresa británica que explota el yacimiento de hidrocarburos de Ayoluengo, en Burgos, deja de producir ante la tardanza del ministerio de Energía en renovar la concesión.
LGO Energy, la empresa que explota el pozo petrolífero de La Lora, en Ayoluengo (Burgos), ha comunicado que el retraso del Gobierno en concederle la renovación de la licencia le obliga a empezar a parar la producción.
El pozo lleva activo desde 1964 y produce unos 115 barriles al día. Esta cantidad es muy reducida en comparación con lo que España, netamente importador de hidrocarburos, consume en un día. Comparativamente, la explotación de Ayoluengo produce una cantidad equivalente a lo que España consume de petróleo en diez segundos. Pero el pozo es un emblema dentro del sector nacional de hidrocarburos. No sólo porque es el único en el interior peninsular, sino por su historia y sus vicisitudes.
Fue el primer pozo de petróleo en entrar en funcionamiento en España en un momento en el que, en pleno desarrollismo, el país necesitaba cada vez más petróleo e intentaba de forma desesperada ser autosuficiente.
Potencial
De los 105 millones de barriles que tiene de capacidad, se calcula que ha producido hasta la fecha 17,5 millones de barriles. Sigue teniendo gran potencial. De hecho, Ayoluengo es uno de los activos más preciados de LGO, empresa que cotiza en Londres.
Según un comunicado de la empresa a la London Stock Exchange hace unos días, el problema es que el Gobierno aun no ha decidido si le renueva o no la concesión para seguir explotando el pozo. El bloqueo está en estos momentos en el Ministerio de Energía, a cuyo frente se ha situado Álvaro Nadal. El nuevo ministro aún no ha decidido si da o no la licencia tras recibir el informe del Consejo del Estado.
Sin interrupción
LGO explota el pozo a través de su filial en España, Compañía Petrolífera de Sedano (CPS). Según ha explicado el grupo a los reguladores bursátiles, la concesión de producción de petróleo de La Lora se otorgó a finales de 1966, cubriendo el terreno conocido como el campo de Ayoluengo. «La licencia expirará el 31 de enero de 2017 después de 50 años de operaciones continuas», según un documento de LGO. Su filial CPS ha operado el campo durante más de nueve años desde noviembre de 2007.
En agosto de 2015, después de varios años de preparación, CPS presentó un amplio análisis técnico y jurídico de las opciones de inversión futuras y solicitó a las autoridades españolas una prórroga de la concesión por otros dos periodos de 10 años, en los que realizar dichas inversiones. Para poder gestionar «satisfactoriamente las operaciones de Ayoluengo en caso de que no se adopte una decisión inmediata o de que no se conceda una prórroga a más tardar el 31 de enero de 2017, CPS ha comenzado a suspender temporalmente las operaciones de Ayoluengo, con el fin de que la suspensión sea completa a finales de enero«.
La suspensión temporal de la producción de pozos, instalaciones de manipulación de petróleo y contratos laborales reducirá los costes de CPS en un noventa por ciento durante el tiempo que dure la incertidumbre sobre la renovación.
Fuente: Cinco Días