Fuente: Expansión
LGO Energy quiere reabrir el yacimiento más antiguo de España tras la expiración de su licencia en enero.
En un comunicado a la Bolsa de Londres, donde cotiza, el grupo LGO Energy asegura haber iniciado los trámites para pedir una nueva concesión que le permita explotar el yacimiento de petróleo de Ayoluengo (Burgos) durante otros 30 años.
La compañía británica ha notificado su deseo al Ministerio de Energía, que en caso de estar dispuesto a alargar la vida del pozo deberá convocar un concurso público en el que otras firmas podrán presentarse.
LGO cree que al haber sido el último concesionario de Ayoluengo, que paró su actividad el 31 de enero tras 50 años de actividad, tendrá un derecho preferente al pujar por la nueva adjudicación.
Según Neil Ritson, presidente de la empresa, «LGO tiene toda la información relevante, experiencia, estudios técnicos, experiencia de la plantilla y equipamiento en el campo petrolero necesario para rápidamente restablecer, y desarrollar, la producción en Ayoluengo. Esperamos que al movernos para cumplir los requisitos administrativos de una nueva concesión, el proceso pueda ser completado rápidamente y nuestros empleados españoles puedan volver a tener un trabajo remunerado tan pronto como sea posible».
LGO había pedido una prórroga de la anterior concesión, pero fue denegada por el Consejo de Ministros porque no podía ser extendida más allá de los 50 años. Esta decisión provocó el cese de la actividad en el pozo más antiguo de España (y único en operación en el interior del país) al final de enero.
Antes de su clausura, el pozo producía una media de 115 barriles diarios, lejos de los 4.000 que la multinacional estadounidense Chevron llegó a bombear después de su descubrimiento en 1966.
Expertos del sector indican que el crudo de Ayoluengo es de baja calidad y era utilizado en exclusiva por una fabrica de envases de vidrio que Vidrala tiene en la provincia de Alava.
LGO afirma que su intención, en caso de obtener la concesión para seguir operando el yacimiento, es perforar nuevos pozos, ya que estima que las reservas en el subsuelo ascienden a 105 millones de barriles, de los que sólo se han producido 17,5 millones. La compañía está dispuesta a buscar socios para la nueva etapa en Ayoluengo.