Fuente: Cinco Días
Llega el cambio de hora de octubre de 2018. En la madrugada del sábado 27 al domingo 28 cambia la hora, dejamos atrás el horario de verano y comienza el horario de invierno. No será en ningún caso el último cambio de hora. Al menos hasta marzo de 2019 será obligatorio seguir con esta dinámica.
Según la Directiva Comunitaria del Cambio de hora, el paso de la hora de verano a la de invierno se produce el último domingo de octubre en toda Europa.La normativa es obligatoria y el motivo que se aduce es el ahorro energético. Normalmente los relojes se adelantan una hora cuando arranca la primavera, y se retrasan una hora en otoño.
Sin embargo, estos tradicionales cambios (y también controvertidos) de horario podrían dejar de ocurrir a partir del año que viene. La Comisión Europea ha propuesto la supresión del adelanto de hora que cada año se hace el último domingo de marzo. Tras llevar a cabo una consulta pública, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha apoyado recientemente la eliminación del cambio de hora, aunque ha señalado que quienes deben tomar esa decisión son los países.
A las 3 son las 2
A las 3 de la madrugada del domingo se retrasa una hora el reloj y vuelve a ser las 2. Así será en la Península, porque en Canarias, a las 2 será la 1. El cambio supone que la noche del sábado al domingo tiene una hora más.
«Los Estados, por la subsidiariedad, deben decidir ellos mismos si quieren que sus ciudadanos vivan en el horario de verano o invierno», explicó el líder de la CE durante la primera mitad de su discurso.
La decisión está por tanto en manos de los gobiernos de los países y se les ha pedido celeridad en la toma de decisión para conseguir que el último cambio de hora en la UE ocurra en 2019. Reclaman que en caso de adoptar la decisión de no volver a modificar los horarios, haya coordinación entre los Estados. aunque aún habrá un cambio de hora obligatorio: el de marzo de 2019.
Según el calendario planteado por la Comisión Europea, el último cambio de hora obligatorio tendrá lugar el 31 de marzo de 2019 y los Estados miembros que deseen volver a la hora de invierno realizarán una última modificación el 27 de octubre. A partir de esa fecha no se podrán hacer más cambios. Para ello, la Eurocámara y el Consejo de la UE -la institución en la que están representados los países- deben acordar y aprobar la normativa como muy tarde en marzo de 2019.
¿Horario de invierno o de verano?
Según la propuesta de la Comisión Europea, cada estado miembro tendría que notificar, a más tardar en abril de 2019, su intención de aplicar la hora de verano o invierno de forma permanente.
Una vez revelado los planes, los Estados miembros que desearan volver a la hora de invierno podrían efectuar un último cambio de hora el domingo 27 de octubre de 2019. A partir de esa fecha no se podrían realizar más cambios.
El resultado de la consulta pública, que finalizó en agosto de 2018, no deja margen a la duda: un 84% de los ciudadanos europeos que participaron se pronunció a favor de eliminar esta práctica
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación podría alcanzar en torno a 300 millones de euros, el equivalente al 5 por ciento del total. De esa cantidad, 90 millones corresponde al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar y 210 millones restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
¿Por qué se cambia la hora?
Esta costumbre de atrasar el reloj en hora en invierno y adelantarlo en verano se empezó a usar de forma generalizada tras la crisis del petróleo de 1973. A partir de 1974, los países adoptaron horario de verano y de invierno para poder aprovechar mejor la luz del sol (y consumir menos electricidad).
La Directiva Europea que rige el denominado ‘Cambio de hora’ fija que el horario de verano comienza en el último domingo del mes de marzo y que termina el último domingo de octubre.
De este modo, a partir del próximo domingo España recuperar su hora oficial, que es la de ir una hora por delante del tiempo que marca el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time GMT).
El cambio de hora se realiza en unos 70 países en todo el mundo aunque Japón es el único país industrializado que no se ha adaptado aún a esta normativa. En concreto, se aplica en todos los países de Europa, América del Sur, Africa y en algunas zonas de Estados Unidos y Canadá.