Fuente: El Periódico de la Energía
Las vueltas que da la vida. Que se lo digan al carbón español. Ahora resulta que quien defiende al carbón es el PP quien le da la espalda es la izquierda, históricamente defensora a ultranza del sector minero.
No ha pasado ni un año cuando el sector minero se quejaba de la actuación del PP. Pero ahora no tiene otro aliado que el Gobierno. La moción de Unidos Podemos con una propuesta de objetivos climáticos para 2030 en el que enterraba a las centrales térmicas ha creado un nuevo cisma no solo en la formación de Podemos sino también en el seno del PSOE.
Las tesis más verdes de los dos partidos parecen haber ganado la batalla. Por un lado, Equo, principal impulsor de la moción, con Rosa Martínez y Juan López de Uralde a la cabeza, han conseguido dar la vuelta a la tortilla. Hace un año Unidos Podemos era de los pocos que defendía al carbón. Hasta Pablo Iglesias se sentaba junto a los mineros en el Congreso de los Diputados. Incluso su mayor defensor, Rafael Mayoral, entraba a formar parte de la Comisión de Industria, después de Energía.
La decisión de Podemos de apostar más por las renovables y cerrar las centrales térmicas ha sentado muy mal en parte de las filas de Podemos, sobre todo en los diputados y diputadas de las zonas mineras de Castilla y León y Asturias. No es que Podemos ahora quiera abandonar a los mineros, pero sin centrales térmicas no tiene sentido seguir produciendo carbón y su trabajo quedaría para los restos.
Eso sí, pretende dar una solución a los mineros con un plan de reconversión industrial.
Por su parte, en el PSOE, la reentrada de Pedro Sánchez, ha dado un giro radical en su posición sobre el carbón. No hay que olvidar que cuando Sánchez se presentó a las elecciones era la bandera del carbón en España. El PSOE históricamente ha defendido al sector minero, pero su apoyo a la moción ha generado cierto distanciamiento en sus filas.
Por ejemplo, el Secretario de Minería Estatal de UGT-FICA, Víctor Fernández, ha rechazado la iniciativa aprobada por el Congreso a instancias de Podemos de adelantar el cierre de las centrales térmicas a 2020 y se ha mostrado especialmente crítico con el PSOE por apoyar la propuesta de la formación morada.
También reprocha a partidos como Unidos Podemos y el PSOE “que enarbolan la bandera del progresismo y la participación” que negocien a espaldas de los sindicatos un documento que supondría “la pérdida de miles de puestos de trabajo y pondría en una situación aún más crítica a las Comarcas Mineras y sus habitantes”.
Por su parte, el secretario general de los socialistas leoneses, Tino Rodríguez, ha enviado una carta al secretario federal del partido, Pedro Sánchez, en la que le reclama que rectifique sus posturas sobre las centrales térmicas y el carbón y defienda el sector minero.
Rodríguez traslada su “radical rechazo” a las últimas decisiones del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados respecto a los sectores energético y de la minería del carbón.
El bandazo del nuevo PSOE de Pedro Sánchez se produce ahora con la llegada de Cristina Narbona como presidenta del partido y la creación de la Comisión de Transición Ecológica que capitanea Teresa Ribera. El carbón ya no gusta en Ferraz.
Pero, ¿es una decisión ideológica? ¿Realmente ya no apoyan al carbón o le dan la espalda porque quien lo defiende ahora es el Gobierno?
El ministro Álvaro Nadal es un defensor a ultranza de que las centrales térmicas sigan funcionando. Esa es la única razón por la que podría seguir teniendo sentido la minería en España. Y los mineros lo saben, lo que sucede es que tampoco se pueden abrazar ahora a quien supuestamente los ha menospreciado durante los últimos años. Pero es la tabla de salvación a la que poder agarrarse.
Nadal prepara un real decreto para no cerrar las centrales térmicas de carbón. Cree que son necesarias mientras no contaminen mucho, algo que hasta ahora no ha podido demostrar. Son las centrales más contaminantes. Por eso lucha en Europa por conseguir que se le dé una segunda vida a las centrales.
Por todo ello, no le gusta la decisión que tomó el Congreso. Le parece deshonesta la postura que han tomado Unidos Podemos, PSOE y Ciudadanos con el carbón. Los ha tachado de “irresponsables” y de “no conocer” la realidad del sector.
El cierre de las centrales térmicas supondrá una subida de la tarifa de la luz, según el ministro, que prefiere seguir contaminando a que se produzca esa subida.
La aprobación de esta moción en el Congreso ha dado razones al PP en las regiones mineras de Castilla y León, Asturias y Aragón para atacar a PSOE y Podemos por dejar ahora abandonados a la industria minera.
En definitiva, que donde dije digo, digo Diego. Bandazo político con el carbón.